Las ex consejeras De Miguel y Amor reivindican a Zaplana en su despedida

Las ex consejeras Alicia de Miguel y Gema Amor se despidieron ayer de sus cargos con palabras de agradecimiento a Eduardo Zaplana, ex presidente de la Generalitat y mentor político de ambas. En un ambiente distentido tomaron posesión de sus cargos Juan Cotino, vicepresidente tercero y titular de Bienestar Social, Rafael Blasco, consejero de Inmigración, y José Ramón García Antón, al que Esteban González Pons pasó el testigo en Medio Ambiente. González Pons se refirió a su sucesor como el Villa de las infraestructuras, mientras García Antón anunció continuidad.

Blasco se rodea de cargos del PP y varios consejeros en su toma de posesión

Cotino anunció en su toma de posesión su intención de trabajar con las asociaciones y, para demostrarlo, indicó que sus dos primeras decisiones han sido convocar dos órganos de participación: el Consell Valencià de Benestar Social y el de Majors.

El vicepresidente de Bienestar Social agradeció al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que le haya situado en un departamento por el que había mostrado "especiales" preferencias ya cuando ambos coincidieron en el Ayuntamiento de Valencia. "Te lo voy a conceder [este deseo] para que lo hagas a nivel autonómico", relató Cotino que le dijo el responsable del Consell. El nuevo consejero de Bienestar Social, al que acompañaron el responsable de Sanidad, Manuel Cervera, y el vicepresidente político, Vicente Rambla, indicó que de esta forma satisface su vocación política "de servicio a los demás".

La consejera saliente, Alicia de Miguel, que reconoció estar viviendo "momentos difíciles y días duros", destacó en su despedida que a lo largo de su trayectoria ha intentado mantener una "coherencia personal" y que seguirá trabajando desde su escaño de las Cortes "por un modelo social y político de centro liberal". "Independientemente de las circunstancias políticas que concurren en mi persona, unas de lectura más interna y otras menos internas, he intentado pasar por la vida política con dos objetivos: mantener una coherencia personal y hacer mi trabajo con la mayor honradez; no traicionarme a mí misma ni a mis principios", declaró. Además, agradeció a los ex presidentes Eduardo Zaplana y José Luis Olivas, así como a Camps, "su confianza".

Otra de las ex consejeras defenestradas por Camps ligadas al zaplanismo, Gema Amor, tuvo también palabras de agradecimiento al actual portavoz del PP en las Cortes. Se refirió a Zaplana como "mi referente político" y le agradeció haber contado con ella desde 1997. Amor, ex consejera de Cooperación, pasó el testigo a Rafael Blasco como responsable de la nueva consejería de Inmigración y Ciudadanía.

En una abarrotada sala a la que asistieron, entre otros, el presidente provincial de Valencia del PP, Alfonso Rus, el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, el consejero de Sanidad, Manuel Cervera o el portavoz del PP en las Cortes valencianas, Esteban González Pons acompañado por su esposa, Blasco aludió a la naturaleza transversal de su nuevo departamento. Además, aludió a los derechos y obligaciones de las personas "que eligen la Comunidad Valenciana para vivir" y destacó "el respeto por la democracia".

González Pons, ex consejero de Territorio y actual portavoz del PP en las Cortes, ofreció uno de los traspasos de poderes más distendidos. El portavoz parlamentario empleó un símil futbolístico para presentar a su sucesor, José Ramón García Antón, que comparó con el Villa de las infraestructuras, en alusión al delantero del Valencia CF, uno de los valores seguros del equipo.

González Pons destacó de su corta etapa al frente de Territorio y Vivienda la aprobación del Parque Natural del Turia, la protección de la Vallesa o la aplicación de la disciplina urbanística "al desastre que estaba sucediendo" en localidades como Catral y "en algunos otros municipios", dijo.

García Antón, uno de los consejeros más veteranos del Consell -está desde 1997- y al que la tragedia del metro pilló al frente de Infraestructuras y Transportes, se hace cargo ahora de una de las macroconsejerías del Consell. Entre las competencias a su cargo está la de medio ambiente, agua -que siempre ha conservado a pesar de los cambios y remodelaciones sufridas por esta consejería-, vivienda, cambio climático y territorio, que todo indica pasará a un segundo plano.

El nuevo consejero agradeció la confianza depositada por el presidente Camps en él y prometió "trabajo, trabajo y trabajo". Anunció una política de continuidad y se refirió a su predecesor González Pons como "uno de los políticos más brillantes y eficaces de la Generalitat". García Antón no facilitó pistas sobre la posible remodelación del segundo escalón de su consejería.