La crítica de peor gusto

Hoy, los madrileños pueden sentirse bien "orgullosos" no sólo porque su Gran Vía ha servido de escenario a una celebración que tiene tanto de reivindicación como de fiesta, el desfile del Orgullo Gay europeo, sino porque la alegría, el espectáculo y de verdad se puede decir que el buen rollo han contagiado a los cientos de miles de gays y no-gays venidos de todo el mundo que han participado en la marcha.

Porque, como se podía leer en una de sus carrozas, raros somos todos. Madrid hoy [por el pasado sábado] ha demostrado que no sólo ha sido sede del Gay Pride Europeo, sino también del respeto, la tolerancia y, sobre todo, como siempre, de la mejor fiesta.

Cientos de miles de personas han participado en un desfile en el que sobre todo se ha visto homogeneidad: entre la diversidad de atuendos, disfraces, orígenes y gustos sexuales, realmente se podía decir que todos los que estábamos allí nos sentíamos iguales. Espectáculo: disfraces de todo tipo, hasta un Hummer limusina, mucha pluma (de la que se viste)... Y cómo no, cuerpazos.

De entre los muy diferentes disfraces, la nota de mal gusto la ha puesto el disfraz de Virgen María, capuchones al lado incluidos... Que pretendiendo ser una respuesta a una Iglesia que tanto ha criticado a los homosexuales ha quedado de mal gusto. También se ha coreado algún insulto contra el Vaticano... Cada cual que juzgue... Como digo, el Orgullo Gay tiene tanto de reivindicación como de fiesta, así que música y cuerpazos no pueden serlo todo.- M. DOLORES GARCÍA

Ante la Embajada de Polonia

El día del Orgullo comenzó para diversos colectivos Lgtb el sábado a la 13.00 frente a la Embajada de Polonia para protestar por los atropellos que allí sufren lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (Lgtb) por parte del Gobierno, un hecho intolerable en la UE. Al grito de "si queréis subvenciones, será con maricones", decenas de personas depositaron una carta con sus reivindicaciones. (Nadie se dignó a recogerla).- JOAKÍN PASCUAL