Menos plástico

Usar menos bolsas de plástico. Llevar una de tela a la compra una y otra vez. Y que el gesto sea además estiloso. Una idea a la que se apuntan varias firmas de lujo, pero que nadie ha rentabilizado como la británica Anya Hindmarch. Su bolso de algodón con un explícito eslogan ("No soy una bolsa de plástico") cuesta 7,5 libras (unos doce euros) y su demanda le ha dado una nueva dimensión al concepto lista de espera. Después de que Sainsbury's vendiera 20.000 en una hora, para conseguir uno se hizo necesario participar en un concurso que rifaba la posibilidad de comprarlo. Hace 10 días se lanzó en Estados Unidos y hubo madrugones, colas y lágrimas en la mejor tradición del fanatismo musical. Aunque hacerse con uno también puede ser un buen negocio: su precio en eBay ha llegado a superar los 200 euros. A mediados de julio se pondrán a la venta algunos por primera vez en Europa y Japón. Pero la compañía ha anunciado que no fabricará más. Dice que ya ha conseguido transmitir su mensaje (y, de paso, una generosa publicidad), pero lo cierto es que no gana un penique con el asunto y hay quien la acusa de hipocresía: la bolsa se fabrica en China en un algodón que no es ecológico.

www.anyahindmarch.com