Desalojadas 4.000 personas en Ibiza por un falso aviso de bomba

Unas cuatro mil personas fueron desalojadas ayer de las terminales del aeropuerto de Ibiza y permanecieron casi cuatro horas en el exterior, bajo un sol de plomo, a causa del operativo de seguridad y control desplegado a raíz de un falso aviso de la explosión de una bomba. Las fuerzas de seguridad movilizaron con urgencia 70 policías y guardias civiles. Desde Palma fue trasladado en helicóptero un perro detector de explosivos para reforzar al del equipo insular.

Los servicios hospitalarios y de emergencia de la isla fueron puestos en alerta máxima. Veinticinco ciudadanos fueron atendidos por problemas leves, por calor y situaciones de inquietud en la carpa que fue instalada.

Más de diez mil pasajeros quedaron afectados por el cierre de las pistas al tráfico aéreo, desde las 12.30 hasta las cuatro de la tarde. Tres decenas de aviones que estaban en vuelo hacia Ibiza cuando se decretó la clausura del aeropuerto fueron desviadas a Madrid, Palma, Marsella, Valencia, Barcelona y Mahón. Hasta hoy no se recobrará en Ibiza la normalidad en el tráfico aéreo.

La referencia de la llamada sobre la falsa alarma llegó desde el diario Gara y el servicio de ayuda en carretera DYA a los que un comunicante anónimo alertó sobre la colocación de un supuesto artefacto, indicando que en tres cuartos de hora iba a estallar. En el Diario de Mallorca se recibió la misma llamada. Quien dio el aviso no indicó la autoría de la supuesta acción terrorista. El severo protocolo de seguridad se adoptó, pese a que de entrada en Interior dudaron de la fiabilidad del aviso.

La detonación de un disparo de aire comprimido efectuado por un robot de los servicios antibombas fue identificada, por error, como una explosión controlada. En la confusión, diferentes medios hablaron del estallido de un artefacto. Interior lo negó de inmediato.