El Gobierno pedirá cuentas por las trabas a Sacyr en Francia y por las maniobras de Suez

El Gobierno quiere aplicar y que se aplique "el mismo rasero" a las empresas españolas que intentan reforzarse en Francia que a las empresas francesas que intentan hacer lo mismo en España. La Moncloa "pedirá explicaciones" al Ejecutivo francés por el hecho de que un senador del país vecino recomendara vetar la oferta de la española Sacyr sobre la francesa Eiffage. Sobre todo después del amago del grupo francobelga Suez por convertirse en accionista de referencia de Gas Natural e influir en la gestión. El Gobierno ya ha hecho llegar su "malestar" porque Suez no le consultó sus intenciones.

En el Ejecutivo ha sentado mal que el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado francés, Philippe Marini, recomendara en abril pasado a la autoridad bursátil francesa, la AMF, vetar la oferta de la constructora Sacyr sobre Eiffage. Argumentó que, de salir adelante, animaría a otros inversores a "tratar de obtener el control económico de otras empresas afectadas sin pagar el precio justo". La AMF, de hecho, paralizó la oferta de Sacyr en junio. La constructora que preside Luis del Rivero es el primer accionista de Eiffage, con un 33,2% del capital.

El Gobierno "pedirá explicaciones" por dicha "intromisión", y también exigirá que las empresas españolas y francesas puedan actuar con "reciprocidad". En La Moncloa no gustaron a este respecto las maniobras de la francesa Suez en Gas Natural y "se le ha pasado el mensaje claro de que no puede pretender actuar para hacerse con el control de una empresa española sin consultárselo al Gobierno". Fuentes gubernamentales explicaron que ese "malestar" fue transmitido en sendas llamadas tanto a La Caixa, primer accionista de Gas Natural, como a la propia gasista. Los portavoces de esta empresa y de la caja negaron cualquier llamada del Gobierno, que corroboraron otras fuentes empresariales.

Suez ha pedido permiso a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para superar el 10% del capital en Gas Natural. Ya había anticipado que pasaría por este trámite obligado cuando anunció sus planes de hacerse con hasta un 11,4% de las acciones de la gasista, en mayo pasado. Sin embargo, en Repsol y en La Caixa se les pusieron los pelos de punta cuando el lunes leyeron el borrador de la petición de Suez.

Fuentes próximas a estas empresas admitieron ayer que el grupo que preside Gérard Mestrallet pretendía "pedir consejeros, participar en la gestión y poder alcanzar el límite legal del 24,9%" en Gas Natural, que, de superarse, obliga a lanzar una oferta pública de adquisición (OPA). Este límite se elevará al 30% a partir de agosto.

Este borrador motivó el contundente comunicado conjunto de Repsol y La Caixa del pasado martes, que engrasó de nuevo el eje Antoni Brufau-Isidre Fainé. Los dos accionistas de la gasista, que suman un 66,3% del capital, negaron cualquier pacto con Suez, afirmaron que el grupo francés va por libre y recordaron su pacto de control conjunto de Gas Natural.

E.ON como precedente

Fuentes del accionariado de la gasista atribuyen al comunicado -no tanto a las llamadas del Gobierno, "cuyo malestar con Suez sí consta"- el hecho de que los franceses finalmente se limitaran a pedir permiso para controlar un 11,4% de Gas Natural.

Pero otras fuentes empresariales dan mayor trascendencia a los mensajes que hizo llegar La Moncloa, cuyo tono elevan. Según esta versión, el Gobierno habría expresado su "preferencia" por que la gasista se mantuviera en manos de sus accionistas españoles actuales. El Ejecutivo también habría pedido aclaraciones sobre si La Caixa había dado o no alas a Suez para que se reforzara en el capital de Gas Natural, ya que en el mercado se especulaba con que la caja había pactado una gran operación energética con Suez. Y el Gobierno habría recordado el precedente del gigante alemán E.ON, que intentó hacerse con la eléctrica española Endesa saltándose al Gobierno español, que veía con simpatía la oferta rival de Gas Natural. Las trabas que E.ON ha encontrado en España lograron frenar su envite, aunque Endesa ha acabado en manos de la italiana Enel.

Suez declinó ayer pronunciarse sobre la inquietud gubernamental y recordó que sólo ha pedido permiso para superar el 10% de la gasista hasta el 11,4%.