El PP recibe con euforia la vuelta de Rato a ocho meses de las elecciones

El inminente regreso de Rodrigo Rato a España fue recibido ayer con euforia en las filas del PP. El ex ministro de Economía de Aznar anunció que en septiembre dejará, "por razones personales", su puesto en Washington como director general del FMI dos años antes de cumplir su mandato, pero de inmediato se dispararon las hipótesis sobre el papel que desempeñará en la política española.

A ocho meses de las elecciones generales, los dirigentes del PP consultados se mostraban entusiasmados con la noticia porque les gustaría ver a Rato de número dos en la lista por Madrid al Congreso, como en 2004. "Sólo puede ser porque quiere volver con Mariano Rajoy o por una causa grave", sentenciaba una persona que trabajó con él en La Moncloa. En el PP, Rato avisó únicamente a Rajoy de su decisión con anterioridad. Por encima de que Rato vuelva o no a la política activa, su sola presencia en España ya supone para el PP y sus máximos dirigentes un permanente factor de influencia en las actividades presentes o futuras del partido.