De peón y albañil a jefe de 84 personas
Pedro Paredes llegó con lo puesto a España en 1990 desde Perú. Tenía 27 años. "En mi país la situación económica y social era caótica. Eran los tiempos de Sendero Luminoso, Fujimori, la hiperinflación, el cólera...", explica. Según rememora, al llegar a España trabajó de peón, pinche de cocina, cuidador de ancianos, jardinero, chófer o vendedor de libros a domicilio. Junto a su hermano, que llegó a Madrid nueve meses después que él, abrió una bocadillería en Malasaña. Pero el gran salto llegó después, gracias al pladur. "En 2000 nos dimos cuenta de que el invento del cartón yeso laminado era una oportunidad. Y finalmente en 2003, constituimos la empresa", cuenta. Siscopla es el nombre de su negocio, que emplea a 84 personas y que sólo en el ensanche de Vallecas ha participado en la construcción de 1.254 viviendas. Siscopla facturó el pasado año ocho millones de euros.
"En una obra, el 55% del trabajo lo hacemos nosotros", explica dentro de una habitación de "un piso para jóvenes" en el nuevo barrio vallecano. Allí, las paredes no están hechas de ladrillo, sino con pladur, el material con el que Paredes ha logrado el éxito.
Este peruano está completamente integrado en España. "Mi mujer es andaluza y mi hija, madrileña", cuenta orgulloso. Asegura que nunca ha tenido problemas de discriminación en España. Su filosofía de vida es: "Si respetas a los demás, te haces respetar". Respecto a los que dejó atrás, Paredes explica que su familia estaba convencida de que tendría éxito cuando viajó a España. "No regresaré nunca, pero allí tengo también un negocio en la construcción, porque vi la oportunidad", relata.
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