La vascofrancesa Maddi Oihenart firma su primer disco en solitario

La cantante vascofrancesa Maddi Oihenart (Barkoxe, 1956) no es una recién llegada. Se ha prodigado en colaboraciones con otros vocalistas y ha participado en diversos proyectos compartidos, pero nunca había firmado un disco en solitario. La ocasión ha surgido este año, ya cincuentona, con la edición de Hari biru (Elkar), un álbum en el que entona siete canciones propias, otras tres ajenas y la tradicional Argizagi ederra con arreglos y dirección musical de Joantxo Zeberio.

Este pianista forma, junto al contrabajista Txema Garcés y el chelista Pello Ramírez, la banda de acompañamiento que ha grabado el elepé y que respaldará a Oihenart el próximo 6 de agosto en la Plaza del Machete de Vitoria y el 15 de agosto en la Herriko Plaza de Arrankudiaga. Son las dos próximas escalas vascas de la gira de presentación de un trabajo en el que "la más sugerente representante de la canción pirenaica actual", según los responsables de la discográfica Elkar, presta su voz a poetas contemporáneos de Zuberoa y la arropa delicadamente con instrumentaciones de inspiración jazzística.

No es la primera vez que Maddi Oihenart se amolda a estructuras vinculadas con el jazz. Ya lo hizo hace cuatro años en Ihargi min, una grabación compartida con el saxofonista navarro Josetxo Goia-Aribe. Antes había acompañado a Olatz Zugasti y Patxi Zubizarreta, entre otros.

Homenaje a las mujeres

Precisamente, Josetxo Goia-Aribe también acaba de publicar un nuevo disco. Se titula Los pendientes de la reina, lo publica Errabal, subsello de Gaztelupeko Hotsak especializado en jazz, cuenta con la voz de Estitxu Pinatxo, antigua vocalista de Egan y partícipe en el proyecto Mugaldekoak, y pretende servir como un "sincero homenaje al mundo femenino". Por ello incluye en portada una fotografía de La Reina de Europa, gigante de cartón que participa en los pasacalles de San Fermín, y completa su cuarteto con otras dos mujeres.

Pinatxo entona las partes vocales de un repertorio "intimista" que encuentra inspiración en poemas de Becquer, Josetxo Azkona, Amaia Lasa y Lizardi, entre otros, y en letras y melodías procedentes de la tradición oral, como Oi Pello Pello y Asteko egunak, y que se anuncia como fusión de melodías tradicionales, folk, jazz y aires aflamencados.

Los pendientes de la reina es ya el quinto álbum de Josetxo Goia-Aribe desde 1996, cuando se estrenó con Auñamendi, un trabajo grabado junto a tres músicos parisinos que proponía un viaje en clave musical por distintos lugares, tradiciones y costumbres de Navarra. Próximamente el saxofonista, profesor de improvisación en el Centro Superior de Música del País Vasco-Musikene de San Sebastián, actuará en distintos formatos en el Baluarte pamplonés (1 de julio), en la Escuela de Idiomas de Pamplona (11), en Bera de Bidasoa (28) y en Viana (5 de agosto).