Martinsa-Fadesa reafirma la expansión internacional y entra en el negocio eólico

El nuevo grupo inmobiliario Martinsa-Fadesa apunta a nuevos horizontes en el extranjero. El proyecto es potenciar su presencia actual en 12 países, abrirse a nuevas actividades (principalmente energías renovables) y a nuevos tipos de vivienda, adaptando su oferta a los cambios de la sociedad. Diversificar actividades y territorios es la clave de la estrategia marcada ayer en A Coruña por Fernando Martín, el nuevo presidente de la compañía nacida de la fusión de la inmobiliaria gallega fundada por Manuel Jove con la sociedad madrileña Martinsa.

La junta general de accionistas, celebrada en A Coruña, donde permanecerá la sede social del grupo aunque su núcleo operativo siga en la capital española, aprobó ayer la fusión por absorción de Fadesa tras oír el discurso lleno de arengas del presidente, quien subrayó las grandes perspectivas de futuro "de la primera inmobiliaria de España por valor de activos y la mayor de Europa en promoción residencial".

Martín, quien junto a su socio Antonio Martín controla el 50% de la nueva compañía, insistió en la necesidad de ver más allá de las previsiones que apuntan a una desaceleración "ligera" del sector de la construcción y a un freno en la demanda de vivienda. En su opinión, es sólo "una etapa de normalización y un proceso de ajuste en un sector" que sigue, pese a todo, con fuertes perspectivas de crecimiento. De ahí, la apuesta de los nuevos dueños de Martinsa-Fadesa por diversificar sus productos y actividades.

El grupo juega para ello con la ventaja, dijo Martín en un elogio al equipo de Jove, de haber comprado una importante bolsa de suelo cuando los precios del mercado eran menores y el haber iniciado la expansión en el extranjero antes que sus competidores. "Estamos preparados para los retos del futuro", subrayó el presidente de la compañía, "y tener casi 30 millones de metros cuadrados de suelo edificable es una garantía más que suficiente para un crecimiento sostenido para los próximos diez años".

Martín situó la apuesta en el mercado internacional en países como Marruecos o México, donde el grupo inmobiliario ya tiene en cartera ambiciosos proyectos de urbanizaciones, centros comerciales y complejos hoteleros. También en el negocio de la vivienda en España, que Martinsa-Fadesa no descuidará, destacó su presidente. Pero el futuro, dijo, está en redimensionar los pisos para adaptarlos a nuevos estilos de vida, en una sociedad donde el número de matrimonios iguala al de los divorcios (265.000 al año).

"Hay que hacer casas que la gente pueda comprar, ajustando los precios a la demanda", afirmó Martín a la vez que insistió en mejorar la atención al cliente ofreciendo toda clase de servicios tras la entrega de una vivienda, como una garantía de 18 meses, seguros gratuitos y descuentos en actividades de ocio.

Apuesta eólica

En cuanto a la energía eólica, Martín dejó clara su apuesta por este mercado, "un elemento básico" de la nueva estrategia de la compañía. De momento, no cambiará de nombre comercial, ni tampoco se plantea, al menos a corto plazo, redimensionar la plantilla, que suma más de 1.400 empleados. Otras actividades de la inmobiliaria, como el patrocinio del Deportivo, quedan, no obstante, en suspenso. "El compromiso" con el equipo de fútbol de A Coruña "finaliza en 2008", respondió Martín a preguntas de los accionistas.

En el empeño por subrayar su optimismo sobre el futuro de Martinsa-Fadesa, el presidente del grupo destacó su intención de comprar en bolsa más acciones, que desde la aprobación de la OPA en marzo pasado no han dejado de bajar de precio. La acción cotiza a 26 euros, "pero su valor real es de 40 y tenemos todos los elementos para que suba en poco tiempo", aseguró Martín.