Montilla dice ahora que pedirá el traspaso de Cercanías sin esperar la inversión del Estado

El Gobierno catalán no esperará a que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero acabe las obras de mejora de Cercanías para negociar su traspaso a la Generalitat. El presidente, José Montilla, se mostró ayer confiado en que estas inversiones se ejecutarán al mismo tiempo que las negociaciones para tan dificultoso traspaso. Así lo afirmó en el Parlament, donde el caos de Renfe ocupó buena parte de la sesión de control al Gobierno. Montilla se comprometió a comenzar las negociaciones con Fomento el 17 de julio. Ayer, dos nuevas averías en Renfe afectaron a más de 5.000 personas.

El descarrilamiento de un tren Euromed el pasado viernes en El Prat y los problemas que ocasionó a 165.000 usuarios de Cercanías planearon ayer durante toda la sesión parlamentaria. Por si ello no había dado suficiente combustible a la oposición, a media mañana se le sumaron otras dos nuevas averías. En el primer caso, un tren quedó bloqueado en El Masnou, causó retrasos de entre 10 y 15 minutos y afectó a 5.000 personas. Poco después, en la estación de Garraf, un tren de media distancia procedente de Tortosa sufrió un incendio y el humo se propagó a algunos vagones. Los pasajeros tuvieron que ser evacuados.

Con este panorama y con la oposición en bloque exigiendo soluciones y responsabilidades políticas, el presidente de la Generalitat se vio obligado a concretar sus planes sobre el traspaso de Cercanías. José Montilla aseguró que el próximo 17 de julio, en la reunión de la Comisíón bilateral Estado-Generalitat, la parte catalana reclamará "que se abra formalmente la ponencia para tratar el traspaso de la titularidad del servicio de Cercanías" de Renfe. Si hasta la fecha el Gobierno catalán había reiterado su oposición a la transferencia hasta el cumplimiento de las inversiones estatales, ayer la posición varió un poco. "Es perfectamente posible abrir la ponencia para comenzar a trabajar las condiciones del traspaso y a la vez acelerar las inversiones para posibilitar un mejor servicio", dijo Montilla.

El jefe de la oposición, Artur Mas, planteó otra exigencia al presidente: no olvidarse del traspaso de los trenes regionales. "Cataluña no acaba en el área metropolitana", recordó el presidente de Convergència i Unió. Montilla no tuvo respuesta para ello. Tampoco para responder a la demanda de CiU de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, comparezca en el Parlament para dar cuentas del caos en el servicio ferroviario catalán.

Montilla, en cambio, recordó lo que espera arrancar al Gobierno central en esta legislatura: el traspaso de los aeropuertos de Reus, Girona y Sabadell, la participación "determinante" de la Generalitat en el aeropuerto de El Prat, el nuevo sistema de financiación, las Cercanías de Renfe, la gestión de los permisos de trabajo, la inspección de trabajo y la gestión de las becas. La ofensiva de CiU continuó minutos más tarde con una pregunta del diputado Josep Rull sobre el descarrilamiento del tren Euromed el pasado viernes. Rull dijo que además de un déficit secular de inversiones, también existen problemas en la gestión. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, admitió falta de información a los usuarios, pero defendió a Renfe por su respuesta "correcta, adecuada y rápida".

En el Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero respondía a Josep Antoni Duran que el Gobierno tiene prevista una solución para que los mercancías lleguen a Francia antes de 2012.