Bush se apunta a los zuecos
Una marca de EE UU fabrica cuatro millones al mes
Los estadounidenses no pueden vivir sin chanclas o zuecos. Los llevan incluso en invierno. Y cuando viajan, hasta se atreven a llevarlos con calcetines. Y, claro, el presidente no podría ser diferente.
Bush ha sido pillado con ellos. Salía de la Casa Blanca para dar un paseo en bici y un fotógrafo lo inmortalizó con estos zuecos de la marca Crocs, disponibles en todos los colores posibles y por un precio de 30 dólares, unos 23 euros. Aparte de comodidad, ofrecen ventilación, con toda una serie de agujeros repartidos a lo largo del pie. A Bush le gustaron los negros, combinados con los calcetines presidenciales con el águila bien visible y una gorra con la imagen de un fox terrier no identificado pero que bien podría ser su mascota, de nombre Barney y que tiene su propia página web (whitehouse.gov/barney). Si tiene un portal online, ¿por qué no su propia gorra?
Al parecer, el origen de este cambio de estilo en Bush podría estar en una reunión que mantuvo con el presidente de Crocs, Rick Sharp, recientemente, en un acto para recaudar fondos para el Partido Republicano. Bush, eso sí, se pudo inspirar en esta reunión, pero se compró su propio par, según la empresa fabricante. Según dicen allí, Bush entra en el perfil de comprador de crocs: le gusta el deporte y el aire libre. Un hombre campechano al que le gusta ir cómodo.
Crocs ha vuelto locos a los estadounidenses. La compañía se creó hace escasamente dos años y en el verano de 2006 todo el mundo empezó a llevar estos zuecos. La empresa ahora fabrica unos cuatro millones de pares al mes. Recauda unos 354 millones de dólares al año. Y es muy probable que ahora aumente las ventas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.