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La Católica abre la matrícula en Medicina sin autorización

El Gobierno recuerda que la carrera no es un título oficial

Ignacio Zafra

La Universidad Católica dio ayer otro paso en su estrategia de abrir cuanto antes la facultad de Medicina a costa de la legalidad. El centro privado del arzobispo Agustín García Gasco empezó a inscribir estudiantes para el curso 2007-2008 a pesar de no tener aprobado el plan de estudios y de no habérsele autorizado un cupo de alumnos. El Ministerio de Educación recordó que la carrera no es un título oficial.

La Universidad Católica podría haber esperado un año y haber abierto la facultad "con todas las bendiciones", comentaba ayer José Paz Bouza, presidente de los decanos españoles de Medicina. El centro del arzobispo, sin embargo, eligió la vía de los hechos. La decisión suponía violar dos normas estatales. La primera impide poner en marcha una carrera sin que el Ministerio de Educación haya aprobado su plan de estudios.

La segunda transgresión era pionera: nadie recordaba que una facultad de Medicina hubiera dado clases sin tener un cupo de alumnos. Las partes implicadas en la titulación más regulada por el Estado -Gobierno, comunidades autónomas y decanos de las facultades- se reúnen una vez al año para fijar el número total de nuevos estudiantes que habrá el siguiente curso en España. Después, en una negociación que no siempre es pacífica, se procede al reparto por universidades. El listado se publica finalmente en el BOE.

En la última reunión, celebrada el 4 de junio, a la Universitat de València se le asignaron 275 estudiantes. A la Miguel Hernández de Elche, 115. El caso de la Católica ni siquiera fue contemplado.

La decisión de la universidad -cuya web fue sustituida por el anuncio de la apertura de la matrícula de Medicina- cogió desprevenido al Ministerio de Educación. En mayo, tanto el ministerio como el Consejo de Coordinación Universitaria consideraron "impensable" que el centro privado tomara una decisión unilateral. Ayer, Educación se limitó a recordar que la titulación "no es oficial" y afirmó que hoy fijaría su posición.

La web de la Universidad Católica dejaba cierto margen a la ambigüedad. Señalaba que la carrera había sido aprobadas por un decreto de la Generalitat y que el plan de estudios se encontraba en trámite de aprobación ante el ministerio. "Subsidariamente", seguía, se mantenían negociaciones con otra universidad que ya la impartía. El centro garantizaba que los estudiantes obtendrían una "titulación oficial al terminar de cursar el plan de estudios".

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Existen precedentes de carreras que se pusieron en marcha sin tener aprobados los planes y sin que ello implicara consecuencias graves para el infractor. La Católica estaba ayer decidida a incumplir esa norma cuatro veces: además de Medicina, empezó la inscripción en Odontología, Fisioterapia y Podología, el resto de carreras sanitarias que el presidente Camps le concedió en marzo.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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