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Orozco escenifica en su primer pleno un gobierno en minoría con apoyo del PP

El PSOE pacta sin el BNG el reparto de dedicaciones exclusivas y personal de confianza

El primer pleno de la nueva corporación municipal de Lugo sirvió para escenificar lo que puede ser un gobierno en minoría del socialista Xosé López Orozco con apoyos puntuales del Partido Popular. A la sesión llegaron PSOE y PP con todo pactado y el debate tan sólo sirvió para agrandar las diferencias que existen entre socialistas y nacionalistas, lo que aprovechó el portavoz popular, Joaquín García Díez, para apuntarse al papel de conciliador y dejar constancia de que su grupo está ahí para "ayudar" y, remarcó, "sin pedir nada a cambio".

El pleno definió las líneas a seguir en cuestiones menores como la periodicidad de las sesiones plenarias, composición de las comisiones o la aprobación de órganos colegiados municipales. Todo ello se aprobó por unanimidad y sin debate, hasta que llegó el turno de acordar las asignaciones económicas a cada grupo municipal o debatir en torno a dedicaciones exclusivas y personal de confianza.

En la junta de portavoces, que se celebró por la mañana, PSdeG y PP llegaron a un entendimiento pleno, que luego certificaron con una enmienda transaccional, en tanto que el BNG se desmarcó con una propuesta distinta y a la baja. Ya en el debate, el portavoz nacionalista, Xosé Anxo Laxe, no dudó en acusar al PSOE de "falta de respeto" hacia el Bloque con quien, recordó, "a día de hoy no tienen rotas las negociaciones para conformar un posible gobierno de coalición". Pero aún fue más lejos al afirmar que los nacionalistas están "muy preocupados" tanto por los temas aprobados ayer como por lo que en su día Orozco definió como "modelo Lugo" y que, según Laxe, "está tomando cierto cariz de que, efectivamente, tienen un modelo, pero que concuerda más con el PP que con el BNG".

Además, Laxe dio por asumida la realidad de un gobierno en minoría cuando afirmó: "Esto no hizo más que empezar. Aún quedan 365 días por cuatro años para que concluya esta legislatura, con lo que estas cuestiones [entendimiento PSOE-PP] las iremos viendo mucho más a menudo".

Era muy esperada la intervención del ex alcalde y portavoz del PP, Joaquín García Díez. Suponía su reencuentro con la corporación local y tenía la responsabilidad de justificar el entendimiento. Lo hizo aludiendo a la "preocupación" de su grupo por las dificultades para conformar una mayoría, una situación ante la cual el PP está dispuesto a "echar una mano". Recordó que su grupo podría "caer en la tentación" de plantear "un problema serio" al alcalde, pero, afirmó que "ésa no sería una postura responsable". Con todo, García Díez quiso dejar claro que el PP no entrega un "cheque en blanco" al PSOE.

El comportamiento del PP se acogió con satisfacción en el bando socialista. Su recién estrenado portavoz, José Rábade, no dudó en aplaudir lo que definió como "ejemplo de responsabilidad" que servirá para, añadió, "bien en minoría o bien en mayoría que se facilite la gobernabilidad". También aprovechó para devolver las acusaciones al portavoz nacionalista. "Estando como están las negociaciones abiertas, ustedes presentan tres proposiciones, con lo que me parece que si existe alguna falta de respeto no es por parte del gobierno municipal". Y aún dejó un mensaje más para el BNG: "Existe un modelo Lugo que tiene este gobierno y que estamos dispuestos a llevar a la práctica si esas conversaciones no fructifican".

Al final, se acordó que cada grupo disponga de tres personas para realizar funciones de confianza y asesoramiento personal y, a mayores, el equipo de gobierno contará con un puesto de jefe de gabinete de alcaldía, otro de asesor especial de política local y seis puestos más para secretarías.

Todo esto sucedió en vísperas de la que será la última reunión entre los negociadores de PSdeG y BNG prevista para mañana, a la que el Bloque, según Laxe, acudirá con un espíritu "marcadamente constructivo". Sobre lo acontecido en el pleno, Laxe entiende que se registró un acuerdo fundamentalmente desde el punto de vista de la financiación, donde, aseguró, "el gran beneficiado fue el PP", en referencia a la decisión de retribuir a cada grupo con 3.900 euros mensuales y 800 más por cada concejal.

Fuentes del BNG recordaron que aún está pendiente de negociación el gobierno de la Diputación provincial, donde el PSOE necesita el apoyo expreso de los nacionalistas.

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