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Columna
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Madrid, la malquerida

Imagínate que se realiza una encuesta científica con 76 parejas humanas para apreciar la valoración íntima que cada individuo tiene de la persona que comparte su cama. Constatas con sonrojo que encabezas la fila de cabreados a diario razonablemente con su media naranja. A punto de la separación, vamos. Bueno, pues eso es lo que refleja un estudio de la OCU en 76 ciudades europeas: madrileños y sevillanos son quienes peor valoran la calidad de vida de su querida ciudad. Sólo están por debajo Nápoles y Palermo, según la encuesta. Además, esos baremos no han variado en los últimos años. De todo lo cual se colige que la mayoría de los ciudadanos que vivimos en las citadas urbes, o somos masoquistas, o no tenemos más remedio que soportarlas con estoicismo. Ciudades de parada y fonda. Amantes de paso, aunque con embrujos.

A los vecinos se les hace cuesta arriba convivir con el ruido y el irritante tráfico

Ayer, precisamente, alegraron Madrid más de 80.000 sevillistas con ganas de dejar sin Copa del Rey al Getafe en el Bernabéu. Sevilla y Madrid se quieren desde hace siglos y mantienen una relación más que entrañable, son casi amantes. Ambas tienen mucha fama, mucha historia y muchos guiños compartidos. Pero algo debe de funcionar mal cuando sus habitantes no dudan en largarse (los que pueden) con la música a otra parte, y sólo volver a la metrópoli de vez en cuando para juergas precisas, burocracias impepinables, encuentros furtivos o simple melancolía.

La capital de España está viviendo los prolegómenos de una gran evasión, propiciada también por la terrorífica carestía de la vivienda (que de este asunto fundamental no se habla en la encuesta). Los vecinos valoran aceptablemente el ocio, el paisaje urbano o el mercado laboral, pero se les hace muy cuesta arriba convivir con el ruido, el irritante tráfico, el medio ambiente viciado. Hay datos abrumadores de que la contaminación acústica aumenta sustancialmente los ingresos hospitalarios y el riesgo de infarto.

Algo tendrá que aprender Madrid de Pamplona. Según el estudio de la OCU, es la mejor considerada por sus vecinos. Madrid tiene que dejar de ser la malquerida, la amante de paso.

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