El liderazgo en el nacionalismo catalán se tambalea

El liderazgo de Artur Mas en Convergència i Unió y de Josep Lluís Carod Rovira en Esquerra Republicana se tambalea por momentos. Uno desde la oposición y el otro como segundo de a bordo en el Gobierno catalán, tratan de controlar partidos en crisis. El largo ciclo electoral catalán, que acabará con las generales de 2008, ha minado sus expectativas personales. La crisis de liderazgo planea sobre los dos grandes partidos del nacionalismo catalán.

Artur Mas vive con amargura ser el primer líder de CiU que acumula ya cuatro años de oposición. Por dos veces ha sido incapaz de tejer una mayoría parlamentaria pese a ganar las elecciones catalanas. En 2003 no logró hacerse con el Gobierno de la Generalitat pese a ganar los comicios en número de escaños. El año pasado tampoco lo logró a pesar de ganar también en votos.

Josep Lluís Carod Rovira, por su parte, vive instalado en la montaña rusa de un partido, ERC, que se ha dado de bruces con dos descensos electorales tras un quinquenio de fuerte expansión. Los republicanos están en el Gobierno de la Generalitat y tienen más poder local que nunca. Pero están intranquilos. Las bases de la formación, con mucho poder en un partido de naturaleza asamblearia, se sienten amordazadas por los acuerdos de ERC con los socialistas catalanes y creen que su discurso independentista se está difuminando.

Carod, en su día punto de encuentro de las sensibilidades de ERC, ve temblar su liderazgo ante Joan Puigcercós. El pulso de Artur Mas es contra un veterano de la política: Josep Antoni Duran Lleida.