El Banco Sabadell ficha como consejero delegado al 'número tres' del BBVA

Josep Oliu ha resuelto en un tiempo récord la marcha de Juan Maria Nin a La Caixa. Banco Sabadell anunció ayer la incorporación de Jaime Guardiola, director del área de España y Portugal del BBVA y considerado número tres del banco, como nuevo director general. Transcurrido un tiempo desde su llegada, que se formalizará el 1 de septiembre, accederá al cargo de consejero delegado. Su misión, seguir el proyecto de expansión del banco "en una perspectiva más internacional", declaró Oliu en un comunicado. El sustituto de Guardiola será el director de negocios de España del BBVA, Juan Asúa.

"El señor Jaime Guardiola reúne las características idóneas para encabezar un equipo directivo de primera como es el de Banco Sabadell", señaló ayer Oliu en un escueto comunicado. El presidente del cuarto banco de España tuvo claro desde el primer momento que Guardiola era su hombre. Nada más reponerse del golpe que supuso la marcha de Juan María Nin, Oliu contactó con él. "Han bastado dos o tres encuentros", señalan fuentes del banco catalán. Guardiola había sonado como posible director de La Caixa, pero nunca llegó a ser sondeado

Nacido en Barcelona hace 49 años, el directivo asumirá todas las funciones que tenía Nin, y accederá al cargo de consejero delegado unas semanas después de que abandone el banco que preside Francisco González, a quien Oliu comunicó la operación el miércoles y con quien ha consensuado una transición ordenada.

Guardiola es uno de los hombres fuertes del BBVA, reconocen en el propio banco. Por ese motivo, su fichaje por el Sabadell ha causado sorpresa en el entorno financiero: por estar considerado una persona cercana a González y por el cambio de proyecto. BBVA es uno de los 15 mayores bancos del mundo, con gran proyección internacional. El Sabadell opera fundamentalmente en España y es casi siete veces más pequeño, tanto en capitalización bursátil como en volúmen de activos: 446.800 millones de euros de activos del BBVA frente a los 71.000 millones del Sabadell, en el primer trimestre.

A no ser que el sonado fichaje de Oliu sea la antesala de alguna operación de calado. "El proyecto de crecimiento y expansión del Sabadell sigue y es serio, tal como ha quedado avalado" explican fuentes del Sabadell. En los últimos 10 años, ha protagonizado su mayor transformación. Además de salir a Bolsa en 2001, ha comprado seis bancos: Solbank, Banco de Asturias, el Herrero, el Atlántico, el Urquijo, y el Transatlantic, en Florida (Estados Unidos).

Banco Popular y Bankinter son dos entidades que permanentemente están en el candelero. El propio Oliu admite que una operación con la entidad que preside Pedro Guerrero tiene sentido, y reconoce como un aliado a Unicredit, el segundo mayor banco de Europa, que acaba de entrar en el accionariado del Sabadell con un 4%.

El perfil del nuevo número dos del Sabadell, forjado en el grupo BBVA -ingresó en el Banco de Bilbao en 1985- encaja con la estrategia de Oliu de potenciar la pata comercial del banco, sobresaliente en el área de empresas.

Juan Asúa (Bilbao 45 años) relevará a Guardiola como director de BBVA en España y Portugal y el que fuera director general de Caprabo Xavier Argenté (Barcelona, 1947) se hace cargo de la dirección de los negocios del banco en España, informó ayer el banco

"Vendedores de peines"

Por otra parte, María Jesús Paredes, máxima responsable de banca de CC OO, sindicato mayoritario en el sector, arremetió ayer contra la última iniciativa comercial del BBVA. En su opinión, los empleados de banca "no pueden convertirse en vendedores de peines. Las oficinas deben concentrarse en colocar productos financieros. No se puede explicar un fondo de inversión y después convencer a un cliente de que se lleve una placa fotovoltaica", afirmó gráficamente.

Paredes, que participó en los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo, organizados por la APIE y patrocinados por el BBVA, también critica esta estrategia porque dice que "entra de lleno a competir con los pequeños comercios". Además, el BBVA conoce los hábitos de consumo de los clientes por las compras que realizan con tarjetas de créditos en las tiendas. "Esa información pertenece a los comercios y el banco la utiliza para competir contra ellos". Por último pidió un acuerdo para que se puedan prolongar los horarios sin incrementar costes.