Carod finaliza su viaje a Helsinki sin salirse del guión pactado con Exteriores

Segundo viaje sin sobresaltos. La misión catalana encabezada por el consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod, finalizó ayer su viaje oficial de tres días a Finlandia con sendas entrevistas con la ministra de Educación, Sari Sarkomaa, y con el alcalde de Helsinki, Jussi Pajunen. El principal objetivo del viaje era impulsar la internacionalización de las empresas catalanas pequeñas y medianas, para lo que ayer aseguró que este viaje ha sido "útil" según la valoración de los empresarios. Pero para él era también importante demostrar que, pese a las convulsiones que protagonizó en la legislatura pasada, puede ser un responsable de las relaciones exteriores de la Generalitat capaz de viajar al extranjero sin provocar problemas ni salirse del guión acordado con el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Este segundo objetivo lo ha logrado Carod a base de imprimir un perfil discreto a su actividad en Helsinki, como hizo en febrero en su viaje a India. Acompañado siempre por el embajador, Antonio García Abad, Carod ciñó todas sus intervenciones públicas y sus entrevistas con la ministra de Educación, el ministro de Comercio e Industria y el alcalde a los asuntos económicos y culturales programados, y en las comparencias ante los periodistas rehuyó responder a las cuestiones de política catalana.

Las excepciones a esta autolimitación se dieron sólo para defender la utilidad de sus viajes al extranjero, cuestionada por la oposición en términos despreciativos. Ayer respondió también a una pregunta sobre la pretensión de CiU de descabalgar a la coalición de izquierdas del Gobierno de la Generalitat como contrapartida a un apoyo al PSOE tras las próximas elecciones legislativas. Carod hurgó en la contradicción flagrante que a su juicio constituye el hecho de que una coalición autocalificada como nacionalista, la de CiU, "supedite la formación del Gobierno de Cataluña a lo que se decide en Madrid". Y situó la composición de las mayorías de gobierno en un escenario distinto del Parlamento catalán. "A la derecha nacionalista le pesa más el factor derecha que cualquier otro", sentenció para dar a entender que CiU no acaba de asumir su condición de fuerza en la oposición.

Carod colocó como primer y muy destacado punto de su balance del viaje el juicio positivo que, dijo, le han trasladado los 35 representantes de empresas que han desarrollado su agenda en paralelo a la misión oficial. Se trata de sociedades del sector de las comunicaciones y la biotecnología, y bodegueros de vinos y cavas.