El gélido lugar del vampiro
Juan se reencuentra con su antiguo amigo Simón. Juan recordaba a Simón como una persona brillante y atlética. Su actitud distante era otra de sus características. Sin embargo, Simón ha cambiado su aspecto. Sufre una afección que le ha hecho perder su viejo esplendor físico. Simón le pide a Juan que escriba sus memorias al dictado. En la historia personal de Simón brilla un nombre propio, Sophie, una criatura que se engarfia en el cerebro de los que la conocen. Así se inicia la novela Simón y Sophie, de Juan Antonio Maesso, que ha publicado la editorial Almuzara.
La novela se introduce en el mundo del vampirismo. La vieja tradición popular convertida en gran literatura por Bram Stoker tiene un peso fundamental en Simón y Sophie, que no lleva por casualidad el subtítulo La condena del vampiro. Un punzón de hielo busca el corazón de un ser que sigue códigos extrahumanos. La cabeza del vampiro debe ser separada del tronco. Y, sobre todo, el corazón debe arder entre llamas.
SIMÓN Y SOPHIE
Juan Antonio Maesso
Editorial Almuzara
240 páginas. 16 euros
Los vampiros no habitan tan sólo en las boscosas geografías de países donde imperan las arcaicas leyes de la venganza. Hay lugares en los que el frío crea su guarida y donde los vampiros pueden hallar un reducto propicio. "Era la ciudad toda como una novia muerta. Agotado, me senté en uno de los bancos de piedra, adosados a una de las murallas del Real Alcázar, en los Jardines de Murillo. Al rato escuché un quejido. Como el llanto de un niño. Parecido al gemido de un gato exhausto. Detecté que ese sonido lastimero surgía de detrás de unos espesos arbustos que creí de boj. Enredadas como serpientes en sus duros y húmedos troncos las espinas de las buganvillas rasgaron mi carne, se clavaron en ella. Chupé una gota de sangre que surgió de una de mis yemas, la última probablemente", escribe Maesso. Por su novela discurren personajes que buscan el placer como una piedra filosofal contra el tedio.
Juan Antonio Maesso nació en Ciudad Real y vive en Sevilla. Trabaja como director de Artes Escénicas de la Diputación y director artístico del Itálica, Festival Internacional de Danza. Su primera novela fue El lenguaje del agua, publicada por Espuela de Plata en 2003.
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