Matanza en una mezquita chií de Bagdad

Horas después de que fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses lanzasen una gran operación militar contra la insurgencia en Baquba, una de las zonas más conflictivas de Irak, Al Qaeda volvió a mostrar en Bagdad su capacidad para provocar matanzas sectarias en el mismo corazón de la capital. Al menos 78 personas murieron y 220 resultaron heridas después de que un camión bomba, conducido por un terrorista suicida, se empotrase contra una mezquita chií en el peor atentado desde abril. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusó a los "sadamistas", nombre con el que el Gobierno iraquí suele referirse a los miembros de Al Qaeda. "Muestra su determinación de encender la violencia sectaria", agregó.

"Cinco días con un toque de queda que nos ha impedido ir a trabajar y ahora un coche bomba. ¿Cómo voy a vivir así y mantener a mi familia?", señalaba un comerciante en el lugar de la explosión. El Gobierno iraquí decretó el toque de queda después de que se produjese un nuevo atentado contra la mezquita dorada de la ciudad de Samarra -un santuario chií situado sin embargo en un territorio mayoritariamente suní-. Un primer ataque por parte de Al Qaeda contra esta mezquita, en febrero de 2006, provocó un estallido de violencia sectaria que desde entonces ha engullido Irak.

Los testigos aseguraron que, después de la explosión, se produjo un intenso tiroteo, lo que impidió socorrer en un primer momento a los heridos. En torno a la mezquita de Jilani, situada en una zona comercial de Bagdad, las escenas eran horrorosas: víctimas abrasándose dentro de minibuses alcanzados por la deflagración, sangre y cadáveres destrozados por todas partes. "Todos los días matan a gente en Irak y a nadie le importa nada", gritaba un hombre en medio de la destrucción.

Se trata del segundo atentado más grave que tiene lugar en Bagdad desde que Estados Unidos lanzase en febrero una amplia operación de seguridad para reducir la violencia en la capital. El peor atentado tuvo lugar en abril, cuando 140 personas fueron asesinadas tras un ataque terrorista contra un mercado.

Una de las consecuencias de esta operación de seguridad ha sido que la violencia se ha desplazado hacia los alrededores de la capital, sobre todo hacia la zona de Baquba, donde las fuerzas estadounidenses creen que se han refugiado gran parte de los efectivos de Al Qaeda que se movían a sus anchas en la capital.

Operación en Baquba

En la operación lanzada el domingo para desalojar a Al Qaeda participan unos 10.000 soldados, apoyados por helicópteros y artillería. La ofensiva ha provocado por ahora la muerte de 22 combatientes islamistas.

Ayer, los militares aislaron una parte de Baquba, en la que según un portavoz estadounidense se encuentran atrincherados unos 300 o 400 combatientes radicales. Sin embargo, fuentes militares indicaron que la parte más complicada de la operación todavía no ha empezado: a partir de ahora los soldados deberán tratar de combatir a los insurgentes calle por calle en un lugar lleno de civiles.

Además, se trata de un terreno lleno de trampas explosivas, lo suficientemente potentes como para destruir un vehículo militar blindado. En sólo un kilómetro y medio, las fuerzas estadounidenses descubrieron ayer 17 bombas situadas junto a la carretera, las armas que hasta ahora se han demostrado más letales contra las fuerzas de EE UU. Los servicios de información militares también están convencidos de que la zona está llena de francotiradores que esperan el avance de las tropas.