El BNG apoyará en Vigo la investidura de Caballero a pesar de las discrepancias
Las negociaciones, rotas hasta primera hora de la tarde, se reanudaron y continuaban anoche
El BNG votará hoy la investidura del socialista Abel Caballero como alcalde de Vigo, pero anoche era imprevisible el resultado de las negociaciones entre ambas fuerzas para formalizar un pacto de gobierno. Estuvieron rotas entre la noche del jueves y la media tarde de ayer a causa de la propuesta socialista de distribución de las áreas de gobierno. Una nueva propuesta permitió reanudarlas. A última hora de la tarde se suspendieron para dar cuenta de las mismas a la asamblea local del BNG y continuarlas después. Ayer hubo avances, pero la solución a los grandes temas era una incógnita.
El "documento filosófico" del acuerdo y el programa con las acciones de gobierno que han negociado PSOE y BNG esta semana estaban prácticamente cerrados, según coincidieron en señalar los portavoces de ambas fuerzas, Carlos López Font y Xabier Alonso. Pero "va a ser una noche larga", apuntó Alonso en su comparecencia ante la prensa, antes de salir para la asamblea local de los nacionalistas, donde la comisión iba a informar de la marcha de las negociaciones y recoger el propio mandato asambleario para ponerlo sobre la mesa, a partir de las 22.30 horas.
"Todo ha ido bien, con buen clima", señaló López Font respecto a la sesión negociadora de la tarde. Aún confiaba en alcanzar el acuerdo durante la noche. "Lo intentaremos hasta el último minuto antes de la investidura, ésa es nuestra predisposición". Ni él ni Alonso entraron a detallar nada. "Hay avances, pero sólo nos vale un acuerdo global", insistió el nacionalista para no comentar ningún asunto del contenido.
Encima de la mesa seguían los dos más espinosos, plan general de urbanismo y remodelación del puerto, sobre los que ayer continuó el intercambio de documentación. Y un tercero, el de la configuración de las áreas de gobierno, que fue el que motivó la ruptura de negociaciones pasadas las 22.30 horas de la noche del jueves. Nadie podía sospecharlo. La comisión negociadora había dejado el asunto, tras conversar sobre él, para los cabezas de lista, Caballero y Domínguez. López Font y Alonso incluso señalaron la hora en que ayer continuarían las negociaciones. Pero hora y media más tarde estalló el chispazo.
Desde el BNG se hizo saber que la propuesta socialista relativa a las áreas de gobierno era "inaceptable", denotaba "una absoluta falta de respeto" al BNG y a sus votantes y, si no se remediaba, significaría que el PSOE apostaba por gobernar en solitario. Teóricamente, y según la sucesión de hechos, el detonante de la ruptura habría sido la conversación telefónica entre Caballero y Domínguez, en torno a las 22.30 horas. "Fue antes", respondió ayer de manera enigmática Caballero, quien, con la crisis en pleno fragor, rehusó entrar en más detalles.
Domínguez, a mediodía de ayer, indicaba que sus expresiones de la noche anterior no eran "ni una pataleta ni algo premeditado, sino resultado de vernos absolutamente humillados y absolutamente perdido el respeto que se nos debe". La propuesta del PSOE sobre las áreas de gobierno era "una burla a la ciudadanía y al BNG" y "una falta de respeto a la organización y a mi persona", dijo Domínguez. Era "fruto de la prepotencia". De manera que el candidato nacionalista se mantenía a la espera de que "antes de mañana [por hoy] Caballero me convenza de que quiere gobernar con el BNG". Mientras, el BNG, pese a considerar la distribución de áreas un aspecto secundario del posible pacto, daba las negociaciones por rotas.
Insistencia
Abel Caballero compareció a continuación ante la prensa. Con tono conciliador, y por enésima vez, insistió: "Estamos seguros en el deseo de un acuerdo, que consideramos imprescindible porque es el mandato de los electores", dijo. Negociarían todo lo que hiciera falta hasta conseguir el acuerdo, abiertos a considerar "todas las propuestas" que permitan "un gobierno estable y duradero de los dos partidos", lo cual "es posible y necesario".
El BNG, añadió el candidato a alcalde, tenía todos sus respetos y tampoco el PSOE estaba dispuesto "a repetir errores del pasado". Pero tampoco podía darse la vuelta a los resultados de los dos grupos, nueve y cinco concejales, ni a su traslación al acuerdo que pudiera alcanzarse. "Nadie va a alterar desde los despachos esos resultados", dijo.
Caballero declaró que para él también había sido una sorpresa la reacción de Santiago Domínguez, ya que las negociaciones estaban siguiendo el guión previsto y sobre las áreas de gobierno no se había producido otra cosa que "un primer intercambio de propuestas". "El guión se altera con declaraciones que se hacen fuera de la reunión", añadió. La conversación telefónica que mantuvo con Domínguez sobre las 22.30 horas del jueves no había tenido "nada que ver con las valoraciones que hacía el BNG", afirmó, sin querer entrar en más detalles.
A continuación, el grupo socialista remitió al BNG una nueva propuesta de áreas de gobierno que permitió reanudar las negociaciones por la tarde, interrumpirlas por la asamblea nacionalista y continuarlas de noche.
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