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Reportaje:POETAS ESPAÑOLAS DE HOY

La potente voz de las poetas

Aurora Intxausti

Autoras de muy distintas generaciones como María Victoria Atencia, Julia Uceda, Ana Rossetti, Blanca Andreu, Luisa Castro y Elena Medel hablan de las distintas formas de acercarse a la poesía. Más allá de la reivindicación de un lugar para las escritoras, todas coinciden en que es el momento de defender las individualidades.

"Un poema está bien escrito cuando vive, respira y camina", dice Blanca Andreu
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Palabras ordenadas, desordenadas, dulces, amargas, sencillas, complicadas, que se unen de forma misteriosa hasta lograr expresar sentimientos, sensaciones, y llegar a la esencia del poema porque la poesía está donde quiera encontrarse. "Dolor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa. Por estar irremediablemente contigo en mí", escribió la poeta Ana Rossetti (Cádiz, 1950) en Notas para un blues.

Unen las palabras para expresar sus sentimientos, ilusiones, dramas o tragedias. La voz de las mujeres poetas en la literatura española no se ha escuchado con demasiada intensidad a lo largo de los tiempos salvo contadas excepciones y es a partir del último cuarto del pasado siglo cuando el número de mujeres que ha logrado publicar ha ido en aumento parejo a la producción cultural relacionada con su obra. En la reciente antología En voz alta (Hiperión), de Sharon Keefe Ugalde, se analiza el trabajo de mujeres poetas de las generaciones de los cincuenta y setenta y se constata que no todas escriben los mismos temas ni tienen las mismas preferencias estéticas. Mujeres poetas de distintas generaciones desde María Victoria Atencia a Elena Medel hablan del proceso creativo, de los temas que les interesan o inquietan y de lo que para ellas significa su trabajo.

No tuvo problemas María Victoria Atencia (Málaga, 1931) para que su obra fuese conocida con tan sólo 19 años. Le benefició haberse rodeado de un grupo de amigos inmersos en la escritura como Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso o Jorge Guillén. ¿Cómo llegó a adentrarse en el mundo de los poemas? "Por amor a la belleza y a las lecturas. Lo que he escrito lo he vivido y sentido, no hay nada de artificio. La poesía y la grandeza del poema forman parte de mi propia existencia", señala Atencia. La también andaluza Elena Medel (Córdoba, 1985) decidió escribir siendo una niña. Su primer libro de poemas, Mi primer bikini (DVD) lo publicó a los 15 años, pero su relación con la poesía es bastante peculiar porque empezó a leer y escribir pronto. "Fue descubrir a García Lorca y darme cuenta de que eso era lo que yo quería. El impacto fue tal que lo primero que escribía era bastante de imitación. Creo que la poesía es más independiente que otros tipos de escritura. Las antologías literarias te ofrecen una visión muy peculiar de lo que ha sido la poesía creada por mujeres en España y eso tienen de interesante". La poesía es para Medel "una forma de comunicarse con los demás y con ella misma. Es la forma de conectar con los demás y de conocerme mejor", y llega después de haber vivido un proceso de creación intenso y de varios meses. Afronta retos y el último fue "enfrentarse a la muerte, acercarse a los vivos de los muertos: reflexionar alrededor de la identidad".

A Julia Uceda (Sevilla, 1925) le gusta pisar tierra firme e indagar en aquello que le es próximo no como testigo pasivo. Su última obra, Zona desconocida (Fundación José Manuel Lara), recientemente galardonada con el Premio de la Crítica, es un libro en el que se descubre que su poesía es una manera diferente de analizar la realidad y una forma de conocimiento que se aproxima bastante a la filosofía. "La temática que abordo depende mucho del momento en el que me encuentre. Es también un testimonio del tiempo en que vivo porque hay hechos históricos acaecidos recientemente injustos que me afectan personalmente como las guerras". En su poesía no hay temas sino emociones. "Se pueden sentir emociones distintas ante hechos distintos o ante el mismo hecho. Las emociones ocurren y forman un eco dentro de un mismo, sintiendo de una forma coherente. La poesía es una manera de analizar la realidad de distinta manera a la que nos dicen. Es una forma de conocimiento distinta que se aproxima bastante a la filosofía".

Uceda, que ha compaginado

durante muchos años su labor como poeta con la de la docencia en España y Estados Unidos, cree que el poeta tiene una forma especial de ver las cosas y que "tiene que ser testigo del tiempo que vive y que puede narrar los acontecimientos de una manera más íntima. Hay hechos históricos acaecidos recientemente injustos que me afectan y que no me puedo quedar impasible. Aunque hablar de realidades es complicado porque creo que existe también un momento de realidad cuando se está dormido".

De esa irrealidad que puede llegar a ser real es en lo que está indagando Luisa Castro (Foz, Lugo, 1966) en sus próximos trabajos literarios. "Quiero adentrarme en el mundo de las emociones y hasta donde la emoción es real. Es algo en lo que he estado sondeando últimamente". La poeta gallega considera que la poesía escrita por mujeres se ha ido asentando con el paso del tiempo. "Hace 20 años había menos nombres, pero ahora la renovación está muy asentada. A lo mejor la manera de seguir adelante es desde la individualidad. El mundo de la poesía es un terreno más reacio a aceptar nuevas gentes con nuevas propuestas y supone un esfuerzo de crear un lenguaje propio y único. Es de los poetas porque es algo con lo que se nace y no se puede aprender". Castro es partidaria de investigar en otras formas de expresión, otras sensibilidades. Aspecto éste con el que está totalmente de acuerdo Ana Rossetti, autora de poesía, libretos de ópera, novela y otras obras en prosa. "No todo lo que se escribe en poesía tiene que tener un formato cerrado. Muchas páginas de Cervantes rezuman poesía al igual que algunas películas o ciertas fotografías. Muchas de las aportaciones del arte conceptual son poesía porque posee la capacidad de síntesis y ésa es una de sus cualidades. La poesía al igual que el arte: lo captas o no. El estímulo es intelectual". Rossetti se muestra orgullosa de su último trabajo, el álbum Buenos días señor, ilustrado por Jorge Artajo. "Me dio una serie de dibujos que fui ordenando y poniendo texto. Y las palabras son imposibles de entender sin las ilustraciones. Ésa es otra forma de la creación poética".

Radical y nada condescendiente se manifestó Blanca Andreu (A Coruña, 1959) con el aluvión de ciudadanos que se autodenominan poetas: "En la poesía contemporánea veo tan sólo destellos de brillantez. Creo que todo está muy condicionado por la crítica. No hay mucho interés en encontrar la escritura luminosa, que es lo que tiene que ser la poesía. El poema verdadero no es un artefacto poético". Considero que abundan las personas que "en vez de tratar de atrapar un trozo de realidad intensa y sacarlo fuera del tiempo se dedican a la carrera literaria". Para Andreu, un poema que merezca la pena ser tenido en cuenta le tiene que hacer sentir: "Un poema está verdaderamente bien escrito cuando tiene nivel de exaltación e intensidad. Vive, respira y camina. Te altera la realidad".

¿Qué busca cuando escribe? "La belleza interior, los sentimientos dignos de ser puestos por escrito, lo que no se ve en el exterior. El poema no te tiene que contar sino darte y eso es lo que hace la gran poesía. No te cuenta un sentimiento amoroso. Los poemas los habitas".

Julia Uceda, arriba a la izquierda, y Luisa Castro. Sobre estas líneas, Elena Medel y Blanca Andreu.
Julia Uceda, arriba a la izquierda, y Luisa Castro. Sobre estas líneas, Elena Medel y Blanca Andreu.

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Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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