Las Cruces avanza a millón diario

El proyecto minero más importante de Andalucía, la mina Cobre Las Cruces, en la provincia de Sevilla, avanza a un ritmo endiablado. Las obras de construcción de la planta minera y de la corta de mineral consumen un millón de euros diarios de inversión, en tres turnos de trabajo, de lunes a domingo, y con más de 1.200 trabajadores.

El proyecto, que cuenta con una inversión total de 463 millones de euros, será una realidad en marzo de 2008, cuando la empresa tiene previsto iniciar la extracción de mineral y la producción de los primeros cátodos (planchas) de cobre.

Los responsables de Cobre Las Cruces, su director general François Fleury, y Gobain Ovejero, director de Relaciones Institucionales, explicaron ayer los avances del proyecto, que lleva consumidos ya más de 145 millones de euros, y que actualmente tiene ya realizada una corta de unos 700 metros de diámetro por 60 metros de profundidad excavados, a 100 metros del objetivo y preciado mineral de cobre: la calcosina.

En Las Cruces se estima que existe unos 17 millones de toneladas de calcosina (sulfuro de cobre) con una rentabilidad en cobre del 6,2%. Se espera que la planta instalada en el término de Gerena (Sevilla) produzca al año un total de 72.000 toneladas de cobre en cátodos (planchas) -un 25% del total de la demanda nacional de cobre- después de tratar 1,18 millones de toneladas de mineral, y que su vida productiva acabe sobre el año 2030 con un millón de toneladas de cobre producidas.

Actualmente trabajan en Las cruces unos 1.200 empleados, que serán 1.500 a partir del próximo mes. Una vez terminado el proceso de construcción de la planta hidrometalúrgica, la mina dará empleo permanente a 300 trabajadores y generará 1.200 empleos inducidos. Según los responsables de Las Cruces, el proyecto minero generará en sus años de vida (hasta 2030) más de 600 millones de euros en salarios, pagos a proveedores e impuestos.

Pero la principal preocupación de los gestores de Cobre Las Cruces es explicar que la mina es un proyecto industrial seguro y medioambientalmente sostenible, y que han depositado 15,2 millones de euros en avales de reposición que crecerán hasta los 40 millones, además de otros cinco millones de euros en un aval novedoso en España de carácter sociolaboral, por si el proyecto fracasa.

En este sentido, Gobain Ovejero explicó que en las Cruces no habrá lodos, ni emisiones gaseosas, ni balsas de residuos o metales pesados, en referencia a la mina de Boliden, que causó la catástrofe de Aznalcóllar. El proceso de transformación del mineral en cátodos de cobre se realizará mediante un procedimiento pionero de hidrometalurgia: trituración y molido del mineral, fase de lixiviación (disolución en una solución acuosa con ácido sulfúrico con adición de oxígeno), extracción por disolventes orgánicos y la electrodeposición en celdas de electrolisis para la formación de las planchas de cobre metal, con una pureza del 99,99%.

Los residuos que va a generar esta mina, inicialmente son las margas (arcillas) extraídas en la construcción de la corta, que están siendo depositadas en escombreras con taludes de pendientes suaves, que finalmente se restauran mediante tratamiento y revegetación. Posteriormente, los residuos del proceso industrial, que serán secos, serán almacenados mediante encapsulados que garantiza la ausencia de contaminación.

La mina funcionará con agua depurada procedente de la estación depuradora de aguas residuales de San Jerónimo, y tendrá una balsa -actualmente en construcción- para abastecerse durante el verano. Este proceso consumirá 1,5 hectómetros cúbicos al año, gracias a la estación depuradora de ósmosis inversa de que dispondrá la mina, y que permitirá recuperar parte del agua usada en el tratamiento del mineral, antes de su vertido al Guadalquivir en La Algaba. Al río irán anualmente 0,9 hectómetros de agua depurada mediante tratamiento físico-químico, que tendrá como salvaguarda una balsa pulmón por si se producen fallos en su depuración.

Además, la construcción de Las Cruces ha previsto un sistema de protección de acuífero existente bajo la corta, mediante un sistema periférico de drenaje y reinyección. La calidad del aire y las emisiones de polvo también tienen un plan de vigilancia, así como un programa de restauración y revegetación de la corta, desde el noveno año de vida.

Las Cruces ha previsto también medidas compensatorias con planes de conservación de la fauna y el ecosistema, entre ellos el de protección de la avutarda y otras aves esteparias con más de 300 hectáreas de plantaciones de cereales para dotar de alimento a las aves. Además, se han realizado excavaciones arqueológicas que ha dado como resultados hallazgos de la edad de bronce y romanas.