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FÍSICA | Electromagnetismo

Un sistema magnético permite alimentar sin cables los aparatos electrónicos

Aparatos sin cables y con un menor gasto en baterías es lo que anuncian investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que han demostrado experimentalmente lo que presentaron teóricamente hace siete meses en un congreso en Estados Unidos (ver EL PAÍS del 15 de noviembre). Se trata de transmitir potencia eléctrica a varios metros de distancia sin una conexión física entre la fuente de potencia y el aparato de que se trate, y ya se han inventado el término witricity (de wireless electricity, remedando el ya conocido wi-fi de los ordenadores) para bautizar su método.

Básicamente, el fenómeno de transmisión sin cables es conocido desde hace más de un siglo, y es el mismo que aprovecha la radiación electromagnética para transmitir información por el aire, como en la radio y la televisión, con la característica de que la energía se dispersa en todas direcciones. También se utiliza la inducción magnética en motores y transformadores sin que se toquen las bobinas. Lo nuevo es que sirva para transmitir potencia eléctrica a mayor distancia. A principios del siglo XX, Nikola Tesla ya lo intentó con grandes aparatos experimentales que tenían muy poca eficacia.

Ahora, los investigadores, liderados por Marin Soljacic, utilizan la resonancia magnética, el mismo fenómeno que permite a los médicos obtener una visión detallada del interior de sus pacientes. En este caso, se trata de acoplar magnéticamente dos objetos que resuenen en la misma frecuencia -el emisor y el transmisor-, de forma que la transferencia de energía sea eficiente. Es el mismo fenómeno físico que se da cuando una persona se impulsa en un columpio: sólo logrará el máximo impulso cuando mueva las piernas a la frecuencia natural del columpio.

La transferencia de potencia implica que tanto el generador como el receptor dispongan de bobinas de cobre especialmente diseñadas, que son las que resuenan. Esta tecnología podría iluminar bombillas, hacer funcionar radios y tocadiscos, e incluso dispositivos médicos implantados, explican los científicos. "Ni siquiera sería necesaria una batería para que funcionaran dentro de una habitación dotada de este sistema", comenta Peter Fisher, uno de los autores de los experimentos.

Harán falta unos cinco años para que lleguen al mercado estos dispositivos sin cables, en opinión de Soljacic. Ya hay empresas interesadas, comentó. Los investigadores creen que no habrá problemas de seguridad, porque los campos magnéticos generados interaccionan muy débilmente con los organismos biológicos.

Los experimentos, en los que se ha logrado encender una bombilla de 60 vatios desde una distancia de dos metros, se publican en la revista Science. Han sido financiados por el Ejército, el Ministerio de Energía y la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos.

Montaje experimental para encender una bombilla de 60 vatios sin cables desde dos metros de distancia.
Montaje experimental para encender una bombilla de 60 vatios sin cables desde dos metros de distancia.MIT

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