"Mi imagen vale un dinero"
Fernando Torres y otros jugadores del Atlético se pierden el entrenamiento al ser testigos en una demanda por derechos publicitarios
Fernando Torres no se entrenó ayer con el Atlético. Tampoco lo hicieron Leo Franco, Antonio López ni Martin Petrov. Cinco días antes del decisivo partido de Pamplona, donde el cuadro de Javier Aguirre está obligado a ganar y esperar los pinchazos de Zaragoza o Villarreal para clasificarse para la UEFA, los cuatro jugadores, titulares en la escuadra del Manzanares, pasaron la mañana en el juzgado de Primera Instancia de Madrid nº 83, en el número 257 del Paseo de la Castellana. ¿El motivo? Una demanda por la vía civil del Atlético contra la asociación Señales de Humo por, a su entender, "intromisión en los derechos de imagen" de los futbolistas cuando visten la zamarra rojiblanca.
Los cuatro jugadores, acompañados por Clemente Villaverde, gerente del Atlético, se personaron como testigos del club en los juzgados pasadas las 10.30. Antes de declarar mataron el tiempo en los pasillos, siguiendo las recomendaciones de Villaverde. "Tranquilos, os llamarán y entraréis uno a uno. Ya sabéis", les decía. Torres, entretanto, firmó varios autógrafos. El capitán, el único con página en internet, declaró el primero:
-¿Se considera perjudicado personalmente por la publicación de esas imágenes?
-Sí, mi imagen vale un dinero. Por eso tengo firmados contratos de publicidad con el club.
-¿Se ha puesto en contacto con Señales de Humo para que supriman sus imágenes de la web?
-No.
Torres y Antonio López estuvieron más lucidos que Leo Franco y Petrov, que en principio negaron sentirse perjudicados. El búlgaro llegó a reconocer que no entendía "mucho español". Ninguno reclamó que sus imágenes desapareciesen de la web. El Atlético, representado por Juan Carlos Riera, reclamó una indemnización de 66.000 euros. "Ésa no es la cuestión, ya han cobrado por ceder de forma exclusiva y excluyente su imagen al Atlético, ya no a efectos comerciales, sino publicitarios", expuso el abogado. La parte demandada insistió en que no se ha lucrado y que sus ingresos anuales ascienden a poco más de 6.000 euros.
Sobre el césped del Cerro del Espino tampoco estuvieron Galletti ni Seitaridis. Ambos se ejercitaron en el gimnasio. Como Leo Franco, que llegó a Majadahonda en el mismo turismo con sus compañeros pasadas las 12. Ya había terminado la sesión.
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