Unió Mallorquina se inclina por dar al PSOE la presidencia de Baleares

El PP de Baleares, con el 46% de los votos, a un escaño de la mayoría absoluta, puede perder la presidencia de esta comunidad. Anoche, Maria Antònia Munar, líder de Unió Mallorquina, grupo que tiene la llave del poder en Palma, Mallorca y Baleares, anunció que "la mayoría del partido se inclina por pactar con la izquierda, en igualdad de condiciones". Eso convertiría en presidente al socialista Francesc Antich.

Formalmente, UM dice que colocará las ofertas del PSOE y del PP en la misma balanza, pero la decisión parece ya tomada. Munar, en todo caso, apostilló que aún no ha negociado con el PP de Jaume Matas, y que con el socialista Francesc Antich ha mantenido "una sesión de contacto informal".

Los pactos sobre leyes futuras y estrategias de Gobierno parecen estar maduros en el centro izquierda. En las próximas horas UM espera tratar sobre el desarrollo del Estatuto, la financiación autonómica, la defensa de la lengua autóctona, el catalán, los medios públicos de comunicación y determinadas propuestas urbanas en Palma y en Mallorca, que al PP le incomodan.

En el PSOE se afronta el cierre de las negociaciones con prudencia y optimismo, contando con la anuencia inicial de la otra minoría de izquierdas necesaria, el Bloc PSM-IU-Verds Esquerra.

Los socialistas pueden gestionar cuatro consejos insulares y la cúpula de las instituciones autonómicas, si el PP no plantea un pacto de renuncia general ante UM. Matas ha perdido la mayoría absoluta y se ha quedado a un escaño del control de las tres grandes instituciones. La pérdida de un diputado del PP en Ibiza tras la contestación popular a las polémicas autopistas ha sido determinante en esta caída.

"En UM hemos estado sometidos a una despiadada campaña de presiones", advirtió Munar al fin del consejo político de su grupo, de 45 miembros, para aludir a la batería de críticas recibidas desde dirigentes del PP y sectores mediáticos afines.

Con este ánimo crítico hacia su aún socio en la derecha, en UM se escucharon los razonamientos de los dirigentes locales e insulares, que son clave en la definición de muchas mayorías municipales, casi en la mitad de la isla de Mallorca.

La formación nacionalista de centro y liberal, que gobernó entre 1999 y 2003 en Baleares con el PSOE, y que entre 1995 y 2003 gestionó Mallorca en alianza de la izquierda, reclama definir determinados programas y controlar ciertas áreas de gestión "antes que ostentar las presidencias de instituciones, extremo que no será una de las condiciones inevitables para alcanzar acuerdos", dijo Munar.

El PSOE reclama la alcaldía de Palma para su candidata, Aina Calvo, que supera en seis puntos las cifras logradas en la capital por su líder, Antich. Calvo tiene el 35,4% de los votos y ha ganado más de 4.500 papeletas y dos concejales. Sin embargo, el candidato de UM, Miquel Munar, que ha recuperado cuota de presencia en Palma, con dos ediles de los 29 del pleno, reclama a su vez el cargo de primer edil. Esta alcaldía se convierte así en el primer obstáculo para el acuerdo entre la izquierda y UM, aunque tampoco el PP quiere desprenderse de ese ayuntamiento a manos del grupo de Munar.