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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

¿Para qué queremos un doctor?

Un manual enseña a las empresas a valorar las habilidades de los doctores universitarios

La empresa española, sobre todo la pyme, recela del doctor universitario a la hora de contratarlo. Para acabar con el desconocimiento sobre sus habilidades y ayudar a este profesional cualificado a venderse mejor en una selección de personal, la Consejería de Educación de Madrid y la Fundación Universidad-Empresa acaban de editar un cuaderno con consejos prácticos y un análisis de la percepción empresarial sobre este colectivo.

El documento, La integración laboral del doctor en la empresa, recoge las conclusiones de unos debates celebrados en el seminario Torres Quevedo, cuya primera edición tuvo lugar en abril. La segunda será del 27 de junio al 6 de julio, con el título de Estrategia profesional para investigadores (www.madrimasd.org/formacion/Seminario-Estrategia).

"Los doctores universitarios aportan a la empresa valores que pueden ser fundamentales en un mercado cada vez más global y exigente"

"Al doctor se le considera demasiado teórico y transmite una imagen de autosuficiencia que no le beneficia". "Se le exige la publicación de artículos y la asistencia a congresos, pero no resultados de producción". Son dos de las frases que se leen en el apartado dedicado a discernir por qué las compañías perciben con desconfianza al doctor. Los debates, en los que participaron empresas, universidades y doctores, revelaron que hay una ignorancia general de la sociedad sobre lo que es un doctorado.

Entre las conclusiones se subraya la desproporción que hay en España entre las áreas comercial y de innovación de las empresas. El predominio abrumador de las primeras, unido al de los servicios posventa, va en detrimento de las posibilidades de un investigador. Para "poner en valor el título de doctor", el documento recomienda, entre otras medidas, "incorporar a los programas de doctorado formación en competencias empresariales y en patentes y marcas", además de "fomentar la participación de empresas en la formación de los doctores".

"Los doctores aportan a la empresa valores que pueden ser fundamentales en un mercado cada vez más global y exigente: capacidad de análisis, trabajo en equipo y por objetivos, desarrollo de proyectos, capacidad de innovación y de solución de problemas, experiencia en realizar presentaciones, contactos internacionales y un alto nivel de idiomas", explican fuentes de la Fundación Universidad-Empresa. Sólo faltan que aprendan a vender estas habilidades.

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