¿Cree que las reuniones anuales del G-8 son algo más que un mero acontecimiento mediático?
Al menos mientras se reúnen no tiran bombas. Bajo este prisma, abogo para que la reunión sea permanente. Noelneli.
Los países más ricos tienen todo el derecho del mundo a reunirse cuando les parezca oportuno y a adoptar entre ellos los compromisos que les convengan. Como los países pobres. No debemos confundir el G-8 con Naciones Unidas. Romario.
En las reuniones del G-8 están presentes los países más poderosos para acordar las políticas que más les convienen a sus intereses. Ya se ve cómo son contestados públicamente por miles de ciudadanos cada vez que tienen un encuentro. Hacen una política muy excluyente del resto del mundo. Rafael Gijón.
El G-8 no es una organización representativa, ni un foro creativo. Es un foro destructivo, cuyas consideraciones no están sometidas al control ciudadano a través de ningún parlamento. Y suelen constituir una consolidación de las tremendas injusticias que infligen a la gran mayoría de la humanidad. La imagen recurrente de los más poderosos atrincherados tras miles de policías, rodeados a su vez de miles de contestatarios, es toda una metáfora del propio planeta. Ammu.
Aunque sólo se tratase de un acontecimiento mediático, esta vez bastaría. Porque el problema del cambio climático está por encima de todo, hay que publicitarlo para que llegue a la gente y sepamos comprenderlo y combatirlo. Todo es un poco más fácil si se sabe el porqué. Por poco que se saque, bueno es. El G-8 tiene el mundo en sus manos, y si quiere que éste siga siendo habitable, medianamente vivible, tendrá que tomar decisiones antes de que sea tarde. Y si EE UU no quiere, los demás países tienen el deber de no ampararse en ello y de trabajar por su cuenta, de hacer frente a la realidad. Y fuera del G-8, exactamente igual. Sabu.
Son una tomadura de pelo para la población mundial, que ve cómo se hacen promesas que nunca se cumplen en medio ambiente y ayuda al desarrollo. Sólo fructifican acuerdos militares y empresariales. Carlos Díaz.
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