La izquierda pacta gobiernos de coalición en seis ciudades gallegas

Al final hubo acuerdo. PSdeG y BNG pactaron ayer impulsar gobiernos de coalición en los ayuntamientos de A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Santiago y Vigo, en los que habrá un alcalde de un partido y un teniente de alcalde del otro, "salvo que en la negociación local se acuerde algo diferente". La alianza de las ciudades gallegas excluye Ferrol, en la que el PSdeG no necesita el apoyo del Bloque.

El acuerdo entre socialistas y nacionalistas gallegos va más allá del compromiso de promover coaliciones en las ciudades. El pacto facilitará también que la lista más votada de cada una de estas formaciones consiga la alcaldía de unos 70 municipios. Si los negociadores locales consiguen pactar, deberán situar a un único teniente de alcalde, pero tendrán libertad para buscar otra fórmula, siempre que sea de mutuo acuerdo.

Fuentes del BNG, formación que lidera Anxo Quintana, mostraron su satisfacción por el resultado de las negociaciones porque, aseguran, recoge "en lo básico" las posiciones defendidas por los nacionalistas y, específicamente, que los gobiernos de coalición tengan referentes políticos a imagen y semejanza del Gobierno bipartito de la Xunta de Galicia.

Los socialistas de Emilio Pérez Touriño también salieron contentos porque han evitado que se impongan criterios a los municipios, y porque, aunque los nacionalistas se reservan la tenencia de alcaldía en caso de que, en una localidad concreta haya coalición, ésta no tendrá "contenido transversal" y sus competencias serán las mismas tenían hasta ahora.

El pacto recoge además compromisos programáticos. Algunos reproducen literalmente tres párrafos del acuerdo de gobierno de la Xunta, como la apuesta por un modelo territorial de comarcas, regiones y áreas metropolitanas, la centralidad de las políticas de empleo y que el gallego sea la lengua preferente de uso común en la Administración local.

Otros compromisos suavizan las pretensiones iniciales del Bloque en materia urbanística y de servicios sociales evitando una redacción que comprometa la autonomía de cada localidad. PSdeG y BNG se comprometen a favorecer la dedicación de porcentajes concretos de suelo urbanizable a viviendas sociales en función de los tamaños de los ayuntamientos y en términos muy similares a los que va a marcar una futura ley del Parlamento. Además, establecen que los ayuntamientos deben colaborar con la Xunta en materia de servicios sociales.

Las diputaciones y Ferrol

El acuerdo, y que la comisión negociadora redactará a lo largo del fin de semana, es firme pero se limita a los municipios, porque quedan todavía algunos flecos en relación con las diputaciones provinciales de A Coruña y Lugo.

En cuanto a Ferrol, el socialista Vicente Irisarri, futuro alcalde, formalizó ayer una oferta al responsable local del BNG, Xoán Xosé Pita, para que participe en el gobierno local, pese a que los votos del Bloque no serían necesarios ya que el PSdeG tiene garantizada la mayoría por su alianza con IU.

Sin embargo, el órdago de los socialistas ferrolanos no despeja la incógnita sobre la presencia de los nacionalistas en el próximo gobierno local, ya que la propuesta deberá ser respaldada por la asamblea del Bloque en la ciudad, en plena crisis después del varapalo que supuso la pérdida de cuatro de sus seis concejales el 27-M.

Mientras, las delegaciones del PSdeG e IU han retomado las negociaciones para avanzar en el diseño de un pacto de gobierno local que frene y evite los partidismos y las bicefalias en la nueva corporación. Los socialistas ferrolanos, de la mano de IU, se alejan del modelo dual de la Xunta y del acuerdo marco alcanzado ayer en Santiago entre el PSdeG y el BNG, al apostar por un gobierno "único" que no sucumba a los personalismos.