Navarro ejecuta al Tau

Navarro se empeñó en ganar el partido y lo ganó. Su tozudez se juntó con su desvergüenza, porque falló y falló. Otro cualquiera hubiera desistido, se hubiera hundido anímicamente tras perder una posesión, hacer agua en un triple y errar un tiro libre cuando el Tau tenía al Barça contra las cuerdas y vencía por 74-76 a falta de 1m 11s. Pero eso es lo que, además de toneladas de talento, caracteriza a Navarro. Tiene desparpajo, descaro. Y si no se corta nunca, menos aún iba a hacerlo cuando su equipo estaba poco menos que hecho unos zorros y las veía cuadradas. La complicidad fue absoluta. Sus compañeros saben como se las gasta y lo tienen tan claro como su entrenador, Ivanovic. Del arroyo sólo puede sacarles Navarro, que de paso puso en ventaja al Barça, a una sola victoria de la final.

Después de su sucesión de fallos, un triple suyo volvió a dar ventaja al Barça (78-76). Empató el Tau después de un oportunísimo palmeo de Prigioni tras un triple fallado por Rakocevic. Quedaba un puñado de segundos. Navarro se adueñó del balón, encaró a la defensa y soltó una bomba, ese lanzamiento combado por encima de cuantas manos se le ponen delante, que cae de forma irremisiblemente en el cesto. El Tau ya no tuvo tiempo más que para un intento desesperado, completamente en vano, de Scola.

Scola jugó como los ángeles. El ataque del Tau depende mucho de su muñeca. Sus movimientos cerca del aro son demoledores. No pudo Vázquez con él, ni Marconato, ni Trias, ni la defensa de equipo. El pívot italiano estuvo magnífico durante una fase en la que su conexión con su paisano Basile resultó demoledora. El Barça abrió una pequeña brecha (34-29) que se esfumó de la misma forma en que llegó porque Erdogan y Vidal devolvieron los tres triples que anotó Basile. Hubo otro motivo: acusó una evidente carencia, la de un base organizador. No tuvo su mejor día Lakovic y Ukic que, ya es bien sabido, es más tirador que cerebro. Si el Barça resistió, fue gracias a su dominio en el rebote.

La tercera falta de Scola encasquilló al Tau, aunque curiosamente con su ausencia fue cuando se produjo su mayor ventaja: 53-60. Navarro, que apenas había dicho esta boca es mía y que sólo anotó una canasta en toda la primera parte, fagocitó después la ofensiva azulgrana. El Tau volvió a cargar el juego sobre Scola en un último cuarto que jugó a remolque (71-65) por culpa de los triples azulgrana. El grupo de Boza Maljkovic se recuperó (74-76), pero entonces emergió, definitivo, Navarro.