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El fiscal asegura que la mujer muerta denunció malos tratos ya en 2002

Villalba retiró aquella acusación como hizo en diciembre con otra por maltrato psicológico

El fiscal jefe de la Audiencia de Vitoria, Josu Izaguirre, reveló ayer que María Asunción Villalba, la mujer que murió acuchillada supuetsamente a manos de su marido el pasado sábado en el barrio vitoriano de Sansomendi, denunció hace cinco años malos tratos -en concreto, un golpe, lo que entonces era una falta y no un delito como ahora tras la reforma legal- por parte de su pareja, pero que luego retiró la denuncia y ésta se archivó. Juez y fiscal coinciden en que la justicia no pudo concederle ninguna orden de protección, ya que ella misma renunció a seguir adelante con la denuncia.

El caso de María Asunción Villalba Martín, la mujer que falleció en Vitoria por las puñaladas que supuestamente le propinó su esposo,Víctor Manuel Martín, ha hecho saltar las alarmas ante un hecho incontestable: cuando las mujeres retiran las denuncias por maltrato, como ella hizo hace cinco años y otra vez en diciembre pasado, muchas veces ni el seguimiento policial de los casos puede evitar que lo que en un principio fue una denuncia por esa causa acabe con otra mujer muerta. Y con la consiguiente concentración de protesta, como la que se celebró anoche en Vitoria, a la que asistieron unas 500 personas.

La Ertzaintza pasó a limpio el domingo su actuación en este caso en una nota de prensa en la que daba cuenta de que en diciembre le había ofrecido un teléfono como el que tienen otras personas que sufren situaciones de violencia machista. Villalba, quien había denunciado a su marido por maltrato piscológico, lo rechazó, según Interior.

Con todo, "por propia iniciativa", los agentes llamaron a la mujer para interesarse por su caso. Y los ertzainas siempre encontraron al otro lado del teléfono a una persona que, pese a lo que han manifestado ahora vecinos de la pareja, decía haber "resuelto" sus problemas con quien finalmente pudo acabar con su vida.

Sólo quería "separarse"

En esta segunda denuncia, que entró en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria el 28 de diciembre de 2006 y que ayer leyó el fiscal Josu Izaguirre, la víctima explicó que quería "separarse", que su marido "no le había pegado" y que, aunque le "insulta reiteradamente" y le vejaba, "no tiene miedo" de él. El atestado policial no hizo constar la existencia de denuncias previas contra Martín, según precisó el domingo el Tribunal Superior de Justicia, aunque ayer el propio fiscal reconoció que existía otra denuncia de hace cinco años por malos tratos contra el ahora detenido en relación con este crimen. En el formulario de la orden de protección, Villalba aseguraba que "no había denunciado antes nunca al agresor", precisó el fiscal, en lo que se ha confirmado ahora como una declaración que no se ajustaba a la verdad, según lo revelado ayer por Izaguirre.

El Gobierno central planea una modificación en la legislación para evitar que, como hasta ahora, este tipo de hechos sean perseguibles sólo a instancia de parte. Es el caso ahora ocurrido en Vitoria, como tantos otros en los que los especialistas consideran que, bien por dependencia económica o, incluso, emocional, las mujeres siguen conviviendo con la persona que persiste en el maltrato o, finalmente, acaba asesinándolas.

Lo que sí pidió Villalba fue que los servicios sociales le concediesen ayudas. Finalmente, en su declaración ante el juez, la víctima renunció a seguir adelante. Dado que no había otros elementos en que la fiscalía o el juez pudieran sustentar el caso (parte de lesiones u otros), el ministerio público informó a favor del archivo y el juez sobreseyó las actuaciones. "No tenemos una bola de cristal", se quejaba ayer el fiscal.

El alcalde de Vitoria en funciones, Alfonso Alonso, anunció ayer que el consistorio ejercerá la acción popular en la causa que se abra por la muerte de Villalba.Un pleno municipal extraordinario aprobará hoy una declaración institucional de condena y solidaridad.

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