El Puerto de Pasajes se decanta por construir una dársena exterior adosada a Jaizkibel
Tiene un coste de 812,1 millones y requerirá llevar 25 millones de metros cúbicos de roca
La Autoridad Portuaria de Pasajes se decanta por construir un puerto exterior adosado a la ladera del monte Jaizkibel como la mejor solución técnica de las tres que se están barajando para esta polémica infraestructura. La opción considerada "más adecuada", tendría un coste de 812,1 millones de euros y sus diques necesitarán 25 millones de metros cúbicos de materiales de cantera, que serían transportados por mar y carretera. La decisión definitiva está a expensas de los estudios que está realizando el Ministerio de Fomento y del posterior acuerdo político en el seno de la sociedad Jaizkibia.
Aunque formalmente no se ha descartado ninguna de las opciones para construir el puerto exterior -las tres son: el superpuerto, un puerto adosado, más reducido, y el puerto isla separado por un canal del monte Jaizkibel-, la Autoridad Portuaria considera que la solución técnica y medioambiental más viable es la segunda. El puerto adosado (una versión más pequeña del superpuerto) se sitúa al este de la bocana de entrada a la bahía y tendría su acceso por tierra mediante un túnel. Esta es la conclusión que se desprende de las reflexiones expuestas durante las Jornadas Españolas de Ingeniería de Costas y Puertos, celebradas la semana pasada en el Kursaal donostiarra.
En estas sesiones técnicas -no se invitó a la prensa- participaron, entre otros, responsables del Puerto de Pasajes y representantes de empresas de ingeniería y de estudios ambientales que han redactado los últimos informes relacionados con el puerto exterior. El responsable de la firma Ekos Antonio Bea aseguró que, de las posibilidades técnicamente viables que se plantearon en 2006, "la solución elegida de dársena adosada resulta la más adecuada" desde el punto de vista ambiental.
José Manuel González Herrero, de Iberinsa, encargado de analizar los aspectos técnicos del puerto exterior y los estudios para determinar la procedencia de los materiales necesarios para su construcción, recordó que la dársena adosada figura entre las variables recogidas en el proyecto básico entregado al Ministerio de Fomento. En estos momentos, el ministerio está realizando los "estudios previos" para dilucidar la viabilidad económica y medioambiental del proyecto de una dársena a mar abierto. En su intervención, González Herrero dijo textualmente que los costes de esta obra son "impresionantes". La primera fase de los trabajos requerirá una inversión de 695, 8 millones de euros, a los que se sumarán otros 116,2 millones para n la segunda fase. En estas cantidades, aclaró, no están incluidos los costes de los accesos.
1.223 metros de muelle
La empresa Iberinsa fue precisamente la que elaboró el estudio inicial del puerto exterior, encargado por la Autoridad Portuaria y la Cámara de Comercio de Guipúzcoa y dado a conocer a la opinión pública en febrero de 2000. Dos años después se adjudicó la redacción del anteproyecto, que sólo contemplaba la opción del macropuerto. Estudios posteriores han incorporado las otras dos soluciones, que se han plasmado en el proyecto básico aprobado en 2006, ahora en manos de Fomento.
Según el diseño básico que maneja la Autoridad Portuaria, las obras de abrigo se realizarán mediante la colocación de cajones de hormigón armado. El dique estará formado por la sucesión de 65 de estos cajones, de 34,3 metros de largo, 42,6 metros de ancho y 34,0 metros de alto, cimentados a 28 metros de profundidad. El muelle principal tendrá 1.233 metros de longitud y habrá otro de 470 metros. La construcción necesitará al menos de cinco años de plazo.
Para hacer frente a estas obras, explicó González Herrero, se ha descartado, por "motivos ambientales y técnicos" aprovechar como material las formaciones rocosas de la ladera del Jaizkibel. Como alternativa, habrá que recurrir a "materiales de cantera", para lo cual se han estudiado una treintena de localizaciones. La construcción del puerto requerirá 25 millones de metros cúbicos -un camión transporta unos 12 metros cúbicos de piedra- de estos materiales que se extraerán de las canteras de Itziar, Altzo y Aizkibel (Urnieta). La caliza de Itziar podría transportarse por mar desde el puerto de Mutriku y el resto, por carretera, hasta Pasaia.
Saturado y discutido
Durante las jornadas, el director del puerto pasaitarra, Gregorio Irigoyen, explicó que el tráfico de mercancías alcanzó el año pasado el máximo histórico de 5,5 millones de toneladas, un 1,7% más que en el ejercicio anterior. Inicialmente, los impulsores del muelle exterior aseguraron que con él se podrían alcanzar los ocho millones de toneladas. Irigoyen añadió que el de Pasajes es el puerto español "más saturado", algo que se viene repitiendo en los últimos años para defender la conveniencia de la nueva dársena.
La necesidad o no de un puerto exterior en Pasaia ha levantado una fuerte discusión política y dividido incluso a los grupos que forman el Gobierno tripartito y la Diputación de Guipúzcoa. El apoyo incondicional que ha mostrado el PNV contrasta con el rechazo frontal de EB y las reticencias de EA. Este partido se sumó tímidamente al proyecto cuando se incluyó en última instancia la alternativa del puerto isla, planteada por la Universidad de Granada.
Fomento tampoco ha mostrado excesivo entusiasmo con esta costosa operación y siempre ha puesto por delante que, sea cual sea la decisión, no participará en la financiación de las obras. Todas las instituciones concernidas resolverán en el seno de la sociedad pública Jaizkibia -encargada de gestionar todos los proyectos de regeneración de la bahía- si finalmente se opta por la construcción del puerto exterior y por cuál de las opciones que se barajan.
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