Peter Fonda se proclama "terrorista mental" en Peñíscola
El actor recibe el Premio Costa de Azahar del Festival de Cine de Comedia
Hace ya 38 años que Peter Fonda se subió a una mítica motocicleta para convertirse en un actor de leyenda. Casi cuatro decenios después, al artista neoyorquino, con más de 60 películas en su haber, se le sigue recordando por su inolvidable travesía por América en compañía de Dennis Hopper, como el coprotagonista de Easy rider. Ayer en Peñíscola recordó este mítico filme y, como entonces, se mantuvo fiel contra los convencionalismos.
Fonda, aunque algo cansado de que "en todas las ruedas de prensa la primera pregunta sea sobre Easy rider", todavía conserva ese aire entre inconformista y provocador que lo lanzó a la fama. "Pensaba que Easy rider sería un éxito, pero también que cabrearía a mucha gente, y así fue; pero también la película cambió la manera de hacer cine en mi país", dice Fonda sobre un filme que escribió en un mes, en el que diseñó las motos (que previamente había comprado en una subasta de la policía de Los Angeles) y que "refleja lo que pasaba en Estados Unidos en esa época, aunque sin mencionar expresamente a la guerra del Vietnam".
Ayer, en Peñíscola, donde recibió el Premio Costa de Azahar del Festival de Cine de Comedia, comparó los tiempos de la guerra de Vietnam, del porro y el amor libre, con los convulsos actuales, de la guerra de Irak y falta de compromiso político: "Estoy avergonzado de lo que ha hecho el Gobierno americano en Irak, pues esa guerra es una de las cosas más irracionales y estúpidas que ha hecho jamás una Administración americana, más incluso que la de Vietnam", dijo antes de arremeter contra George W. Bush, al que tildó de "idiota" y del que dijo que "para él si estás con su política eres un buen americano, pero, si estás en contra, eres un terrorista. Yo, en ese caso, soy un terrorista mental".
Su ataque a Bush llegó cuando Peter Fonda se encontraba a gusto en su comparecencia de prensa en Peñíscola. Casi una charla con la docena de periodistas que querían saber cosas como si Easy rider se filmó bajo los alucinógenos efectos de las drogas o si el hecho de ser hijo de Henry Fonda fue una ventaja o un problema a la hora de hacer carrera en Hollywood. Fonda respondió con elegancia, con un "forma parte del misterio" en el tema de las drogas, aunque aclaró después que la hierba que se fumaba en la cinta era real y que además la consiguió él, y con un lacónico "ser hijo de quien soy no sólo ha sido un problema para mi carrera, sino para la de mi hermana y mi hija".
Fonda valoró el cine de comedia americano como "estúpido en su gran mayoría y delicioso en una pequeña parte".
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