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ALBERT FRÈRE | Financiero | El nuevo mapa eléctrico

De vendedor de clavos, a leyenda de los negocios

Andreu Missé

Siempre actúa así. Sin ruido y con el máximo sigilo. Como hace dos días cuando dos de las sociedades que controla, Groupe Lambert Bruxelles (GBL) y la Compagnie Nationale à Portefeuille (CNP), anunciaron repentinamente la adquisición del 5% de Iberdrola.

Una inversión de 2.210 millones de euros, que convertía de una doble tacada a Albert Frère en cuarto accionista de la eléctrica española.

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El único comentario financiero a la operación fue de que "ambas sociedades se reservan la posibilidad de hacer evolucionar sus posiciones". Con una fortuna personal que se evalúa en 3.100 millones y el control de unas participaciones industriales que superan los 18.000 millones, el magnate belga puede seguir dando sustos.

Sus biógrafos aseguran que Albert Frère, (Fontaine -L'Evêque, Bélgica, 1926) empezó su andadura empresarial vendiendo clavos. El hombre más rico de Bélgica no tiene títulos universitarios, lo que no impide que se haya convertido en una leyenda para muchas escuelas de gestión por su facilidad para cambiar de negocio cuando entraba en números rojos. La revista Forbes le sitúa en el puesto 279 de su lista de los más ricos del mundo.

Durante los años 50 empezó con la adquisición de empresas siderúrgicas, que estaban en plena expansión por una demanda que cabalgaba al galope espoleada por la guerra de Corea. Poco a poco, Albert Frère fue convirtiéndose en el dueño del acero de Valonia, especialmente en la zona de Charleroi. Ante la crisis siderúrgica de finales de los años setenta, optó por vender sus empresas al Estado belga y buscar el negocio en otros territorios.

Olvidados los hierros y con los bolsillos llenos probó suerte y la encontró en territorios menos menesterosos como la banca y los seguros. A principios de los años 80, Frére adquirió la firma bancaria Grupo Bruxelles Lambert (GBL), que cotiza en Bolsa y que controla a través de diversas sociedades de cartera, entre ellas CNP, que también cotiza en Bruselas.

Desde esta plataforma financiera tomó participaciones en la Banque Bruxelles Lambert (BBL), en el sector de medios de comunicación, con el control de RTL; en la energía, con Tractebel, y en el sector de seguros con Royale Belge.

Ya desde una posición más holgada y privilegiada, fueron llegando a su mesa como a la del conocido inversor estadounidense Warren Buffett, las ofertas más insospechadas. Así pudo escoger entre las mejores oportunidades y sin prisas.

Ganar dinero y disfrutar de la vida tampoco estaban reñidos. A través de sus sociedades, Frère ha tomado participaciones significativas en el grupo Taittinger (champán) y en las prestigiosas bodegas Château Chaval Blanc de Burdeos y adquirido selectos viñedos en Saint Emilion.

Durante los últimos años se ha convertido en un temido operador en los mercados bursátiles con participaciones estratégicas en empresas de referencia en la Unión Europea. Entre sus adquisiciones destacan la petrolera Total, (4%); los cementos Lafarge (15%) y el grupo de materiales Imérys. Albert Frère es el primer accionista de Suez, con el 10% del capital, un conglomerado que recientemente adquirió el 11% de Gas Natural.

Frère se ha mostrado partidario de seguir adelante con la fusión Suez - Gas de France. Pero si esta concentración no prospera, el multimillonario belga puede hacer valer ahora sus derechos, tras su último clavo en Iberdrola, para lograr acuerdos con la gasista catalana, una operación, que en su día torpedeó la larga mano del Gobierno del Partido Popular en 2003.

La azarosa vida de Albert Frère ha sido ennoblecida hace cinco años, por el rey Alberto II de Bélgica, concediéndole el título de barón, la única posesión que no le producirá dividendos, aunque tampoco parece que lo lamente.

Albert Frère.
Albert Frère.

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