El sector energético marca nuevos récords por la especulación en torno a Iberdrola

El movimiento más reciente en el sector energético -la compra de un 5% de Iberdrola por el empresario belga y vicepresidente de Suez, Albert Frère- ha vuelto a desatar la fiebre especulativa. Ayer, las empresas del sector subieron con fuerza en la Bolsa y marcaron precios récord en sus cotizaciones. El centro de atención es Iberdrola. La pugna apenas disimulada entre su presidente, Ignacio Sánchez Galán y su principal accionista, ACS (11,8%), no sólo ha abierto la puerta a nuevos inversores, sino que ha abonado la idea de que puede haber nuevas operaciones corporativas en perspectiva.

No hay tregua. El sector de la energía bulle y los precios de las acciones lo reflejan. Ayer, las cotizaciones de las empresas del sector subieron un peldaño más en el camino al cielo y marcaron precios récord. Iberdrola, centro de todas las hipótesis, ganó un 1,97%; Unión Fenosa un 1,48%; Gas Natural un 1,58% y Repsol YPF un 1,98%. La entrada del millonario belga Albert Frère, vicepresidente y primer accionista del grupo franco-belga Suez, en Iberdrola, con la compra de un 5% por 2.210 millones de euros, ha tenido el efecto de una aspirina efervescente en un bote de gaseosa. Se ha disparado la especulación.

Simplificando las hipótesis -hay múltiples, variadas y complejas-, todo gira en torno a Iberdrola. Con tres posibilidades: independencia, fusión con Unión Fenosa o naipe de otra partida, al estilo de lo sucedido en Endesa, para constituir un gran grupo energético nacional.

Un pulso duro

El presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, libra un pulso tan duro como soterrado con su principal accionista ACS (11,8% del capital) desde hace meses. El grupo ACS, con su presidente Florentino Pérez al frente, quiere fusionar Iberdrola con la otra eléctrica que controla, Unión Fenosa. Sánchez Galán se opone y ha trabajado duro para mantenerse al timón.

Con este panorama, alguien tenía que mover ficha. Y lo ha hecho un millonario belga, Frère, que es primer accionista del grupo Suez, accionista a su vez de Gas Natural.

Sánchez Galán tomó un avión a París el miércoles, el día en que se anunció la operación y 48 horas antes del viaje oficial del nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, a España. El presidente de Iberdrola se entrevistó con los máximos responsables de Suez y de EDF. La pregunta de Sánchez Galán a los franceses de Suez fue la misma que corre por Madrid: ¿Intenta Suez, sola o en compañía, entrar en España vía Iberdrola? La respuesta oficial del presidente de Suez, Gerard Mestrallet, fue que la inversión de Frère se ha realizado al margen del grupo.

Oficialmente, por tanto, no existe pacto entre ACS (con intereses en Iberdrola y Unión Fenosa), Suez (accionista de Gas Natural) y La Caixa (accionista de Gas Natural, Repsol YPF y Unión Fenosa) para descabalgar a Ignacio Sánchez Galán y emprender nuevas operaciones de fusión o reparto de activos. "Simples elucubraciones sin sentido", señalan fuentes de ACS.

Pero las declaraciones oficiales, a menudo, se asemejan a la leche envasada. Tienen fecha de caducidad, se pasan y después no sirven. De ahí que Sánchez Galán no baje el pistón en la exposición de planes y más planes (salida a Bolsa de Iberenova, examen de posibles nuevas compras en el exterior) con un doble propósito: encarecer cualquier posible operación hostil y mantener a Florentino Pérez en un segundo plano el mayor tiempo posible.

Eficiencia

Mientras se entrega a la tarea, Sánchez Galán recibe halagos. También oficiales. Ayer, el ministro de Industria, Joan Clos, aseguró que la entrada de Frère -que según sus portavoces no reclama consejeros- en Iberdrola responde a la eficiencia empresarial de la compañía que preside el empresario salmantino.

En el mismo sentido, y con mucha intención, el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau afirmó, según Efe, que "Iberdrola es una gran compañía y si (Frère) quiere invertir allí tendrá sus motivos", como la rentabilidad. Pero Brufau descartó, de paso, cualquier posible plan con Suez como ariete. Y subrayó que "Repsol, Gas Natural e Iberdrola están en sectores distintos" y "todo tiene que tener lógica industrial, no hay que hacer las cosas por hacerlas".

Brufau añadió que "en el mercado español, como está muy agitado, la gente toma posiciones sabiendo que, en el peor de los casos, si las deshace, no tiene por qué perder dinero, sino todo lo contrario".