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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El voto en blanco

Abstenerse, en unas elecciones democráticas, tiene un significado claro pero ningún efecto sobre los resultados. Se abstiene quien, por razones de fuerza mayor, no puede acudir a votar. También se abstiene quien, por desencanto, ha dejado de creer en el sistema electoral democrático. O quien da por descontado el resultado, aun sin su voto. En todo caso, abstenerse es dar la espalda al proceso electoral.

Votar en blanco, en cambio, modalidad prevista en el artículo 96 de la Ley Orgánica 5/1985, del 19 de junio, del Régimen Electoral General (LOREG), es introducir en la urna el sobre reglamentario, pero vacío, sin papeleta. El significado es igualmente claro, pero el efecto sobre los resultados es importante porque el recuento se expresa sobre el total de votos emitidos, incluidos los votos en blanco.

Si en las elecciones del domingo todas las abstenciones hubieran sido votos en blanco, quien obtuvo un 50% de votos habría visto este porcentaje reducido a sólo un 30% de los votos válidos. Un voto en blanco masivo puede ganar las elecciones si alcanza la mayoría absoluta. Hay casos célebres en que, a causa del voto en blanco, hubo que anular los resultados y prever nuevas elecciones.

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No todos lo saben. Debería haber papeletas especiales para votar en blanco.

Creo que el ciudadano consciente debe juzgar los resultados con esta perspectiva -y los partidos mitigar su injustificado triunfalismo.

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