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CONSUMO

El precio de los televisores planos baja alrededor del 40% en el último año

En 2007 se venderán en España tres millones de receptores con pantalla plana -Más de la mitad de los aparatos vendidos en marzo llevaban sintonizador de TDT - El tamaño de más éxito es el de 32 pulgadas

Las ventas de televisores planos continúan disparadas. Si en 2005 la demanda fue aproximadamente de un millón de unidades, el año pasado se duplicó esta cifra y para 2007 la consultora GFK espera que se vendan, en cifras redondas, tres millones de televisores planos en España. Este despegue se debe, fundamentalmente, al atractivo del producto y a la continua baja de su precio, que ha sido del orden del 40% en 12 meses.

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Aparte del crecimiento del número de unidades, los televisores que más se venden tienen una pantalla más grande, y la calidad de imagen que proporcionan es muy superior a la de hace un año. Por mucho menos dinero, por tanto, se tiene ahora un televisor plano más grande y con diseño más atractivo. El 53% de los televisores planos vendidos en marzo llevaban sintonizador de TDT integrado y a finales de año el porcentaje será muy superior.

El tamaño más vendido continúa siendo el de 32 pulgadas. En marzo del año pasado un televisor plano de 32 pulgadas costaba, de promedio, 1.435 euros. Ahora, este televisor, con las mejoras tecnológicas introducidas en 12 meses, sale por 850 euros de media, y se pueden comprar incluso por 600 euros. El resultado de esta caída de precio del 41% es que hace un año el 31% de todos los televisores planos LCD eran de 32 pulgadas y ahora la proporción es del 38%.

La concentración de las ventas de televisores planos de 32 pulgadas es lógica porque este tamaño de pantalla, aparte de su precio muy atractivo, cabe en la mayoría de salas de estar, ya que el aparato mide unos 80 centímetros de ancho, y la imagen es razonablemente grande. Al ser planos, abultan mucho menos que los de tubo del mismo tamaño de pantalla y decoran mejor la sala de estar. Todo ha hecho que el tamaño rival, el televisor plano de 26 a 30 pulgadas, represente ahora sólo el 15%, frente al 23% de hace un año.

Fuera de la sala de estar, el tamaño estrella continúa siendo el de 20 a 23 pulgadas, con el 20% de todos los televisores LCD vendidos, una proporción que apenas ha variado en el último año.

Los tamaños de 20 y 32 pulgadas son los que tienen más futuro, los primeros para la cocina y habitaciones secundarias y los segundos para la sala de estar e incluso dormitorios, porque a los pies de la cama no hay problemas de ancho, sino de profundidad.

Los fabricantes y las tiendas, sin embargo, están promocionando los televisores planos de mayor tamaño -de 37 y 40 pulgadas de tecnología LCD y de 42 y más pulgadas de plasma y también LCD- porque tienen mayor margen de beneficio. Los televisores de 32 pulgadas están sometidos a una guerra de precios tan intensa que sólo beneficia al consumidor, al lograr un producto de primera calidad por menos dinero de lo que costaba hace un par de años un televisor de tubo.

Grandes tamaños

En 37 pulgadas, la tecnología de pantalla que domina es la LCD, también llamada de cristal líquido, porque la otra disponible, la de plasma, es más cara en proporción. Por debajo de 37 pulgadas, todos los televisores planos existentes tienen pantalla LCD, mientras que por encima de 37 pulgadas el mercado está repartido casi a partes iguales.

Para hacer frente a la amenaza que representaban los televisores LCD de 40 y 42 pulgadas, los fabricantes de televisores de plasma de 42 pulgadas han bajado drásticamente su precio en el último año. El precio medio de un televisor de plasma de 42 pulgadas está ahora en 1.300 euros, el 42% menos que hace 12 meses, y los modelos más vendidos salen por 1.000 euros. Los fabricantes de paneles LCD también se ven obligados a ajustar el precio en tamaños grandes.

Para destacarse en lo posible de la tecnología de plasma, los fabricantes de paneles LCD de 37 y más pulgadas impulsan la alta definición real, llamada Full HD o 1080p, con dos millones de puntos de imagen en vez del millón de puntos que proporciona un panel HD Ready, sea LCD o plasma. De momento, los paneles Full HD cuestan de 500 a 700 euros más que un HD de tamaño equivalente, con lo que las ventas son aún muy escasas.

Se da la circunstancia de que ya hay paneles de plasma de 50 pulgadas Full HD y pronto los habrá de 42 pulgadas, con lo que se mantiene la pugna entre ambas tecnologías en los grandes formatos.

En los próximos meses se espera que los fabricantes de televisores de plasma incidan en su principal activo, que es una imagen con colores más reales y contrastados que la de LCD. En una secuencia de mucho movimiento, las imágenes son más nítidas en plasma, pero en una imagen fija, sobre todo si es Full HD, es más definida en LCD. En número de unidades, la tecnología de plasma se encuentra estancada, con unas ventas previstas de 180.000 unidades este año, casi todas de 42 pulgadas, frente a las 150.000 de hace un par de años.

Los televisores LCD de 40 y 42 pulgadas ya representarán el 7% del total, casi 200.000 unidades, cuando en 2006 rozaron el 2%, unas 40.000 unidades. En cifras absolutas, significa que ahora ya se venden más televisores LCD de gran tamaño que de plasma.

El televisor de tubo, mientras tanto, cae en picado en ventas y valor. Este año se calcula que se venderán un millón de aparatos, en comparación con los 1,8 millones de 2006 y los 2,5 millones de 2005. El precio medio será de 120 euros y las 14 pulgadas, el tamaño más vendido.

La elección del televisor más adecuado para la sala de estar es complicada. No solamente los precios evolucionan continuamente a la baja, sino que existen varios modelos por cada tamaño y marca. Las diferencias en cuanto a especificaciones son escasas y en cambio los precios son sustancialmente distintos.

La comparación en la tienda se revela difícil porque depende de los ajustes realizados en cada televisor, del tipo y calidad de señal, del nivel de iluminación y de la distancia, tanto en la tienda como en casa. La decisión, revelan los estudios, se toma por la apariencia externa del televisor o por la imagen de marca.

Es mejor haber tomado previamente medidas del espacio disponible y de la distancia al televisor en la sala de estar porque en las tiendas todos los televisores parecen pequeños. Los televisores de 32 pulgadas tienen una anchura de 80 centímetros y los de 40 pulgadas, un metro aproximadamente. Los de 42 miden cinco o diez centímetros más, siempre que los altavoces estén debajo y no a los lados.

Para una visión normal, diversos estudios muestran que un televisor de 32 pulgadas debe situarse a una distancia óptima de 2,2 a 2,5 metros y el de 37 pulgadas, a entre 2,5 y 2,7 metros. La distancia media a que está colocado un televisor en Europa, y que normalmente no varía cuando se sustituye el de tubo por el plano, es de 2,7 metros. Esto quiere decir que, si se tiene anchura suficiente, se ve bien un televisor de 40 o 42 pulgadas a la distancia típica de 2,7 metros.

Para apreciar la diferencia entre un televisor Full HD y otro HD Ready es necesario que la señal sea realmente de alta definición, procedente de un disco Blu-ray o HD-DVD, que se tenga buena visión y que un televisor de 42 pulgadas esté a una distancia de 2,5 metros o menos, porque si es superior no se verá.

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