Los socios del bipartito manejan fórmulas a medida para pactar en cada ayuntamiento

Ricardo Varela y Francisco Jorquera, responsables de organización del Partido dos Socialistas de Galicia y del Bloque Nacionalista Galego, respectivamente, decidieron ayer celebrar hoy mismo una primera reunión para acordar la metodología y el calendario de trabajo que van a seguir con los pactos municipales que decidirán la alcaldía de casi un centenar de ayuntamientos. Socialistas y nacionalistas no quieren anticipar las cartas que jugarán pero en sus previsiones incluyen la posibilidad de aplicar fórmulas diseñadas a la medida de cada municipio.

Los ayuntamientos se constituirán el sábado 16 de junio. Así que Varela y Jorquera disponen de poco más de dos semanas para cerrar un acuerdo que les asegure el control de casi un centenar de municipios en los que la combinación de fuerzas de socialistas y nacionalistas decide la alcaldía.

Si todo sale como pretenden, los socialistas sumarán 71 nuevos ayuntamientos a los que ya han logrado por mayoría absoluta (29 en A Coruña, 15 en Lugo, 10 en Ourense y 17 en Pontevedra), además de las presidencias provinciales de A Coruña y Lugo. Los nacionalistas, a su vez, tienen ante sí la posibilidad de hacerse con el mando de 28 municipios (10 en A Coruña, 4 en Lugo, 3 en Ourense y 11 en Pontevedra).

En juego están no sólo las ocho ciudades, sino ayuntamientos tan importantes como Culleredo, Betanzos, Noia, As Pontes, Boiro, Carballo, Sarria, Ribadeo, Viveiro, Carballiño, Baiona, A Estrada, Marín, Redondela y Nigrán.

En algunos municipios los candidatos socialistas y nacionalistas ya han anunciado avances en la negociación, como en el caso de Nigrán y Gondomar, donde comparten la voluntad común de impulsar nuevos planes generales de ordenación urbana. Pero en otros, como en O Carballiño, se han hecho evidentes las dificultades, después de que el PP ofreciese la alcaldía al Bloque a pesar de que la candidatura más votada es la del Partido dos Socialistas de Galicia. La actitud del candidato del BNG en este municipio contradice abiertamente el criterio de su partido, cuyo coordinador, Francisco Jorquera, aseguró ayer a EL PAÍS que los nacionalistas no firmarán ningún acuerdo con ninguna formación que no sea el PSdeG, lo que descarta cualquier pacto con el PP.

Todo apunta a que el acuerdo de gobernabilidad y estabilidad que pactarán PSdeG y BNG recogerá la obligación de apoyarse mutuamente allí donde cada uno de ellos haya sido más votado. Sin embargo, está por decidir si habrá una referencia a las fórmulas concretas para resolver los pactos, desde la constitución de gobiernos de coalición a la firma de acuerdos de gobernabilidad, pasando por el simple apoyo para conseguir las alcaldías.

EL MÉTODO Pactos a la carta

Tanto la dirección socialista como la nacionalista manejan soluciones muy distintas para cada escenario municipal. Se trataría, en cada caso, de reflejar la representatividad de cada partido, así como de resolver las dificultades de orden local que plantea la firma de acuerdos estables. No es lo mismo un ayuntamiento en el que una de las partes se quedó al borde la mayoría absoluta que otro en el que están empatados a concejales. Ni uno en el que existe sintonía política entre dirigentes que otro en el que la animadversión es pública y notoria.

Mientras el secretario de Organización socialista, Ricardo Varela, se mostraba ayer optimista en relación con las negociaciones, su homólogo del BNG, Francisco Jorquera, subrayaba la necesidad de no dar nada por hecho mientras no se consiga un acuerdo. No obstante, el coordinador nacionalista recordó que el Bloque tiene "una posición inequívoca" a favor de "extender el cambio gallego" a las corporaciones locales.

El acuerdo suscrito por Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana hace cuatro años, y que con toda probabilidad servirá de punto de partida para las negociaciones, recogía una lista de compromisos programáticos municipales válidos para todos los ayuntamientos, una declaración conjunta y una lista de cuatro acuerdos, así como una lista de los municipios afectados. En aquella ocasión, PSdeG y BNG decidieron apoyar la elección del candidato de cualquiera de las dos organizaciones con más apoyo popular en cada ayuntamiento y "garantizar la estabilidad de los gobiernos de los municipios mediante coalición o acuerdo de gobernabilidad". El documento suscrito por Touriño y Quintana en 2003 comprometía la formación de coaliciones en Santiago, Pontevedra y Vigo y abría la posibilidad de suscribir sólo acuerdos de gobernabilidad en los demás municipios.

El cómputo final de ayuntamientos, si fructifican los acuerdos, dejará en Galicia al Partido Popular con la cifra de alcaldías más baja de su historia (152). El PSdeG y el BNG, por el contrario, batirán su récord municipal con 110 y 32 ayuntamientos, respectivamente. Si se tiene en cuenta la población, la victoria de los partidos que forman parte de la Xunta es aún más visible: el 60% de la población gallega tendrá alcalde socialista y el 10% nacionalista. Apenas el 30% restante contará con un regidor elegido en las candidaturas del Partido Popular.

A CORUÑA Y LUGO Las más difíciles

La negociación más complicada va a ser, según todas las previsiones, la del Ayuntamiento de Lugo, donde el alcalde socialista, Xosé López Orozco, y el cabeza de lista del BNG, Xosé Anxo Laxe, mantienen profundas discrepancias. El Bloque planea una negociación exigente y el PSdeG, que se quedó a un paso de la mayoría absoluta, se muestra poco dispuesto a hacer concesiones. En A Coruña el diálogo tampoco va a ser sencillo. En ningún otro ayuntamiento existe un desencuentro entre socialistas y nacionalistas con tanta tradición y profundidad. La figura del alcalde, Javier Losada, no representa para los nacionalistas una dificultad de la magnitud de su antecesor, Francisco Vázquez, pero la distancia entre los dos partidos dificulta la firma de un acuerdo estable.

SANTIAGO Y PONTEVEDRA El intercambio

La situación de ambos ayuntamientos obliga a socialistas y nacionalistas a asegurar acuerdos de apoyo mutuo. El PP fue el partido más votado en los dos municipios, por lo que Xosé Sánchez Bugallo necesita el respaldo del Bloque para ser reelegido alcalde de Santiago y Miguel Anxo Fernández Lores el del PSdeG para conservar el bastón de mando en Pontevedra. El destino de ambos municipios está íntimamente relacionado.

FERROL, OURENSE Y VIGO Sin problemas a la vista

La política local introducirá dificultades en las negociaciones, especialmente en el caso de Vigo, pero socialistas y nacionalistas no prevén grandes problemas para llegar a acuerdo estables tanto en la ciudad más poblada de Galicia como en Ferrol y Ourense. La renovación de candidatos en las dos primeras localidades y la novedad de la situación en As Burgas allanará el camino de los acuerdos.

LAS DIPUTACIONES A la espera de los municipios

La presidencia de las diputaciones provinciales de A Coruña y Lugo caerá del lado socialista, pero sólo si el acuerdo con el BNG llega a buen puerto, porque es el PP el partido con más diputados. El pacto, en este caso, está supeditado a que fructifiquen las negociaciones para las ciudades y el resto de los municipios. Hace cuatro años, por ejemplo, la presidencia de la Diputación de A Coruña estuvo pendiente hasta el último minuto de lo que pasara en el Ayuntamiento de Vigo.