El PSOE aplaza la autocrítica en las capitales

Ahora lo que toca es disfrutar de los resultados obtenidos en las elecciones municipales y no abrir debates sobre qué es lo que ha fallado y dónde. Esta es la tesis que mantiene la dirección regional del PSOE de Andalucía, que ha dado la orden a sus ejecutivas provinciales para que aplacen la crítica abierta, es decir, pública, sobre las causas por las que las candidaturas socialistas no consiguen, una vez más, ser las más votadas en las ocho capitales de provincia. "Vamos a saborear el triunfo histórico del PSOE", zanjó ayer el secretario de Organización, Luis Pizarro.

El PSOE quiere evitar a toda costa que en sus organizaciones provinciales y locales se instale la dinámica previa de los congresos, para los que aún falta más de un año. La autocrítica y la "reflexión profunda" de por qué los candidatos socialistas en las ocho capitales no logran ser los más votados se abrirá en este partido, pero desde luego cuanto toque y esto no será hasta después de que se celebren las elecciones autonómicas y generales previstas, en principio, para 2008.

Por ahora, el PSOE achaca su derrota en las capitales a la abstención, "un problema estructural", según admitió el número dos socialista, y también a que el PP había "engullido" los votos de "la derecha nacionalista" del PA.

Para otra ocasión se ha dejado el análisis de si algunos candidatos han resultado poco atractivos para los electores o si el discurso y los mensajes elegidos no han sido los acertados o si empezaron tarde la campaña.

El PSOE no quiere hablar ya de recambios y quiere impedir que cunda el ejemplo de su candidato en Cádiz, Rafael Román, quien la misma noche electoral pidió un "cambio de banquillo" tras perder por segunda vez consecutiva ante Teófila Martínez.

En la misma circunstancia que Román se encuentra la candidata del PSOE en Málaga, Marisa Bustinduy, quien con una abstención del 49%, volvió a perder frente a De la Torre. Bustinduy es además secretaria general socialista de Málaga, la única provincia andaluza donde el PP ha superado en votos al PSOE. Por esa circunstancia, el debate interno en esta agrupación es más delicado.

De la dirección regional no va a salir ni un sólo reproche hacia sus candidatos, a los que ha felicitado por su trabajo "honesto" e "intenso". Las derrotas de Granada (donde ha perdido votos y concejales) y Marbella se achaca no a los candidatos -Javier Torres Vela y Paulino Plata, dos de sus nuevas apuestas más potentes sobre el papel-, sino a la oposición desarrollada por sus grupos municipales en los últimos cuatro años.

En las previsiones del PSOE no figura el que ninguno de sus candidatos, allí donde los pactos no les permita hacerse con los gobiernos municipales, abandone su responsabilidad en la oposición.

Según la extrapolación de los socialistas, con los resultados obtenidos el pasado domingo (1.555.798 votos) el PSOE volvería a ganar las elecciones autonómicas con mayoría absoluta. Su diferencia de votos con el PP es de 327.780, 8,5 puntos, uno más que hace cuatro años.

Según Pizarro el "gran perdedor" de las elecciones ha sido el PP de Javier Arenas y el Partido Andalucista. Este dirigente hizo una lectura autonómica de los resultados al asegurar que a IU le ha ido bien su entendimiento con el PSOE en el Estatuto y al PA, mal. "A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija", dijo a modo de reflexión.