La abstención condena a Aguilar al pacto

Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba durante los últimos ocho años, se ha pegado un batacazo electoral. IU ha perdido el apoyo de 14.563 cordobeses, con lo que ha pasado de 13 a 11 concejales. Y la continuidad de Aguilar como regidora depende de un pacto con el PSOE para arrebatar así la Alcaldía al PP, que se ha quedado con 14 ediles, dos más de los que tenía hasta ahora, pero uno menos de la mayoría absoluta.

La abstención es la respuesta que ofrece Aguilar cuando se le pregunta por qué ha pinchado. Y es cierto. 13.201 cordobeses que votaron en 2003 decidieron no hacerlo el domingo. Pero la abstención no se ha cebado con todos por igual. IU ha perdido 14.563 papeletas respecto a los anteriores comicios. El PP se ha quedado casi igual, sólo ha sumado 1.212 votos más. Y en el PSOE han confiado 1.518 personas más que en 2003.

La abstención sólo ha restado votos a Aguilar. Ha sido por "múltiples razones", dijo ayer la regidora en una entrevista en la Cadena SER. "Hay cosas que hemos hecho mal", reconoció.

El último mandato de Aguilar ha estado marcado por dos asuntos: los grandes proyectos que no se han rematado y el urbanismo. De la ampliación del aeropuerto y la construcción del palacio de congresos se ha hablado hasta el hartazgo. Y, al final, no se ha conseguido que esos dos proyectos salgan adelante, con lo que se ha transmitido una imagen de paralización de la ciudad que ha podido llegar hasta los electores. El otro asunto tratado durante meses ha sido el urbanismo. Primero, con las sospechas que el PSOE aireó de un cierto trato de favor al empresario Rafael Gómez, implicado en la operación Malaya. Luego, con las urbanizaciones ilegales del yacimiento de Medina Azahara. El PSOE, a través de la Junta, se enfrentó a IU, que pretendía sacar adelante un plan de saneamientos para una de esas urbanizaciones. El PP mantuvo una actitud sibilina. Nada de críticas a IU por este asunto. Incluso, fue este partido el que presentó en el pleno aquel plan de saneamiento para unas parcelaciones que experimentaron su mayor crecimiento cuando ellos gobernaban. Pero, con unos 100 vecinos de esas casas en el pleno, el PP lanzó el anzuelo y Aguilar pico. Luego vinieron semanas de enfrentamientos entre la Junta y el Ayuntamientos que no salpicaron a los populares.

También los socialistas cordobeses han acusado a la regidora de "populista". Durante estos cuatro años se ha podido comprobar como unas decenas de vecinos en un pleno del Ayuntamiento podían paralizar un proyecto, por ejemplo, de integración.

De puertas para adentro, Aguilar y la dirección de IU han proyectado una imagen de desunión también durante la campaña. Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, no ha participado en mítines en Córdoba, pese a ser la única capital de provincia que gobierna la coalición en toda España. Sólo estuvo el primer día de campaña en una conferencia de prensa con la alcaldesa. También tuvieron eco mediático las tensiones durante la elaboración de la lista de IU en la que se incluyeron muchos independientes. El asunto de la incorporación de Luis Carlos Rejón, ex dirigente y ex militante de IU, como encargado de la campaña molestó a la coalición. Como también rechinó entre el núcleo duro que Aguilar pidiera el voto de aquellos que tenían como referente al ex presidente Adolfo Suárez. Y la tensión reventó la noche de las elecciones. El coordinador local de IU, Enrique Centella, se acercó para abrazar a Aguilar cuando ya se conocían los resultados. La regidora rechazó el abrazo. "Podría haberse acercado en cualquier momento y no haber esperado a que estuvieran los fotógrafos", se justificó ayer la alcaldesa.

La coalición reconoce que ha tenido dificultades para encontrar voluntarios que ayudaran a IU durante la campaña. Pero estas cuitas internas no tendrían mucha importancia de no ser porque, paradójicamente, Aguilar va a necesitar ahora de la dirección regional y nacional de IU para que presione al PSOE y así alcanzar un pacto que le permita volver a ser alcaldesa durante los próximos cuatro años. Sería la segunda vez en la que Aguilar es la regidora gracias a un gobierno en coalición con los socialistas.