EHUD BARAK: El regreso de un veterano

Licenciado en Matemáticas y Física, Ehud Barak (1942) es el militar más laureado de Israel. Participó en arriesgadas operaciones de represalia en Líbano después del atentado terrorista perpetrado por milicianos de la OLP en Múnich (1972) y alcanzó la jefatura del Estado Mayor. Elegido diputado en 1996, tres años después venció en las elecciones a primer ministro -entonces se elegía al margen del Parlamento-. Su mandato, tumultuoso, no llegó a los dos años. Ariel Sharon le derrotó sin paliativos en 2001 y Barak se dedicó, con éxito, a los negocios. Ahora vuelve con vigor.

Juega la carta de la experiencia y la prudencia. Y es que durante su breve periodo como jefe del Gobierno no faltaron asuntos cruciales que abordar. En 2000 ordenó la retirada de Líbano; se adentró en conversaciones con el presidente sirio Hafez el Asad, y con Yasir Arafat, en Camp David.

Muchos dicen que no se atrevió a dar el paso definitivo y sus detractores le achacan un fallo garrafal. Fue Barak quien aseguró, en alusión a Arafat: "No hay socio para la paz". Es la coletilla que desde entonces se emplea para cegar la vía de la negociación con los palestinos. Más cauto, seguro que ahora no pronunciaría otra sentencia que desató ríos de tinta. "Si yo fuera palestino", dijo, "sería de Hamás".