Rajoy afianza su liderazgo hasta las generales
El líder del PP sugiere que, si se respetara la lista más votada, el PSOE tendría Canarias y ellos Navarra
Mariano Rajoy se presentó ayer a sí mismo como un vencedor, un hombre que puede ser "un buen presidente", y lanzó un mensaje a su partido: el PP ha obtenido, con él al frente, el mejor resultado de su historia en municipales. Rajoy afianza así su liderazgo hasta las generales, su verdadera prueba de fuego. Además, no está claro que pierda poder autonómico. El 27-M ha dejado un escenario en el que el PP puede impedir la presidencia del PSOE en Canarias, y los socialistas la popular de Baleares y la de UPN en Navarra. Por eso Rajoy, al ser preguntado por lo que hará su partido en Canarias, sugirió la posibilidad de un pacto: "Si el PSOE es partidario de respetar la lista más votada [en Navarra, en Canarias y en el resto de España] podemos entendernos".
[La oferta de Rajoy fue descartada como "imposible" por "diferencias antagónicas de fondo" por el secretario de organización del PSOE, José Blanco, en declaraciones a CNN+]
El PP está encantado no tanto por el resultado electoral, que contiene algunos datos preocupantes -especialmente en el País Vasco, Extremadura y Galicia- y puede implicar una notable pérdida de poder, sino por la imagen que ha logrado transmitir: la de la victoria, gracias a la fotografía de Rajoy con Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón en el balcón de la calle Génova de Madrid en la noche electoral, frente a un PSOE que ellos vieron desmoralizado y un presidente que no salió.
Rajoy está tan satisfecho por su primera victoria desde que es presidente del PP -tras cinco derrotas (generales, europeas, gallegas, vascas y catalanas)- que ayer se mostró convencido de su tirón personal, el mismo que parece haber descubierto tras su participación en el programa Tengo una pregunta para usted. "Si pudiese hablar uno a uno con todos los españoles, convencería a más gente de que puedo ser un buen presidente del Gobierno del que sentirse orgullosos como españoles", comentó tras la reunión del Comité de Dirección.
De forma muy significativa, fue Rajoy y no Ángel Acebes, como era habitual, quien salió a explicar los resultados. El interés del líder por gestionar personalmente una victoria que consolida su posición interna y le da fuerzas para enfrentarse a un congreso previsto para octubre y a las elecciones generales, donde se la juega a todo o nada, es evidente.
Lo que más valor político tiene para el propio Rajoy es la victoria en votos, pero sobre todo nadar contracorriente: lograr un buen resultado después de tres años "muy difíciles" en los que el partido pasó a la oposición de forma inesperada y ve cómo sus implacables críticas a la política antiterrorista son criticadas por todas las demás formaciones representadas en el Congreso. "Han querido dejarnos solos, han querido excluirnos de la vida política", ha insistido Rajoy durante toda la campaña.
A partir de ahí, llegan los análisis particularizados. Y el líder no reconoce ninguna amargura, ni siquiera en Extremadura, donde su candidato, Carlos Floriano, ya ha anunciado que no repetirá. El jefe del PP rechaza la idea de una victoria con sabor agridulce. "Al contrario, estoy muy satisfecho, y no sólo en lo político, sino en lo personal, y es legítimo que sea así, porque no han sido años fáciles".
Rajoy rechaza también que su ataque frontal a la política antiterrorista de Zapatero le haya afectado en el País Vasco -donde han perdido casi 60.000 votos, 2,3 puntos y la ciudad de Vitoria- y en Navarra. "No voy a modificar la posición del PP en la lucha contra el terrorismo porque hayamos perdido un concejal en San Sebastián", ironizó el jefe de la oposición.
Ni siquiera en Galicia, su tierra, donde su partido pierde Vigo, Ourense, Ferrol y la diputación de Lugo, encuentra el líder motivos para la preocupación. "Tenemos un dato positivo, que es la subida de votos en las ciudades. Hemos mejorado en Vigo, Coruña, Pontevedra", rebate.
Tampoco en Navarra, la joya de la corona, que corre un grave riesgo, reconoce un retroceso. El PP insiste en que UPN ha aguantado bien -ha subido en porcentaje aunque pierde un escaño- pero es CDN quien se ha hundido. "Hemos mejorado nuestros resultados, y podemos recuperar Estella y Barañain", cuenta Rajoy. El PP confía en que los socialistas no se atrevan a asumir el coste de gobernar con Nafarroa Bai y dejar que sea presidente "un señor como Patxi Zabaleta, que legítimamente, defiende que Navarra sea, junto al País Vasco, un territorio independiente de España".
LECTURAS SIMILARES DE PP Y PSOE EN 2003 Y EN 2007
Zapatero, en 2003: "Hemos ganado estas elecciones en número de votos por primera vez desde 1993 y la tendencia es de cambio para 2004. Esta dirección se hizo cargo del partido tras años de declive y ha superado bien la prueba"
Javier Arenas (entonces secretario general del PP), en 2003: "No hay cambio de tendencia ni ánimo de cambio. El PP sigue siendo el partido con más concejales y más alcaldías"
José Blanco, en 2003: "Nuestros objetivos se han cumplido. Somos la primera fuerza política, gobernamos en más ayuntamientos y diputaciones y gobernamos sobre cinco millones de ciudadanos más que el PP"
Rajoy, en 2007: "En 2000 éramos el primer partido. Siete años después volvemos a serlo. Por primera vez un partido en el Gobierno pierde las primeras municipales que convoca. Hemos superado tres años muy difíciles"
Blanco, en 2007: "Estamos en disposición de aumentar nuestra presencia en gobiernos municipales y autonómicos. Si no fuera por Madrid, el PSOE le sacaría 250.000 votos al PP"
Rajoy, en 2007: "Subimos en votos y porcentaje allá donde gobernamos. La gente está contenta con nuestra gestión. Son los mejores resultados de la historia del PP en municipales. En autonómicas tenemos más distancia con el PSOE"
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