El PSE aspira a gobernar las dos principales instituciones de Álava

El PSE aspira a tomar el control de las dos principales instituciones de Álava -el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación- tras superar al PP en la batalla por la alcaldía y, de momento, estar segundos, a 165 votos de los populares, en la provincia. Todavía faltan por computar los votos de los 3.244 electores residentes ausentes. En 2003, de los 824 que votaron, 286 apoyaron al PNV, 221 al PP y 219 a los socialistas.

Sin embargo, el fuerte ascenso socialista resulta insuficiente para gobernar en solitario en el Ayuntamiento. Cuenta con nueve concejales de los 27 de la corporación. El PP tiene otros nueve y sólo el PNV, con seis, está en disposición de dar la mayoría suficiente a unos u otros.

En la Diputación, el PSE necesita directamente de otra fuerza para superar la investidura. Aunque los socialistas todavía no han fijado una política de alianzas, sus dirigentes ofrecen como pista que las últimas encuestas oficiales confirman que más del 70% de los alaveses prefiere una alianza entre socialistas y PNV.

No obstante, el PSE cree que el PNV "tiene que resolver primero un problema interno" de unidad de criterios y de proyecto. El candidato socialista a alcalde, Patxi Lazcoz, declaró ayer a EL PAÍS que "es un obstáculo" que el PNV recuperara el plan Ibarretxe al inicio de la campaña.

Empate técnico

El problema es que los nacionalistas podrían exigir al PSE, a cambio del apoyo en el Ayuntamiento, reciprocidad en la Diputación, y por lo tanto un reparto de instituciones. El PSE privó en 2003 al PNV, pese a que este partido ganó las elecciones, de gobernar en la Diputación al facilitar la investidura del popular Ramón Rabanera. En esta institución hay un empate técnico entre los tres grandes partidos: el PP tiene 15 junteros, el PSE 14 y el PNV otros 14. El líder peneuvista alavés, Iñaki Gerenabarrena, anunció ayer que van a analizar "todas las posibilidades de pactos", dando prioridad a la estabilidad.

El PP es el partido que parte con menores posibilidades de poder articular un pacto con PNV o PSE. Tras dos legislaturas en el poder sus relaciones están muy deterioradas con ambos, y eso a pesar de que el PSE permitió la investidura de Rabanera en 1999 y en 2003, para evitar el control nacionalista.

Además, el PSE evitó, con su abstención, que prosperara una moción de censura de los nacionalistas y EB contra Rabanera en octubre de 2005. El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, dijo ayer que está dispuesto a "hablar con todos".