Zapatero desvincula la derrota de Madrid de su política vasca

Los resultados del Partido Socialista de Euskadi (PSE) reafirman al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la estrategia desarrollada en el País Vasco, según fuentes de La Moncloa. En contraste con el desplome socialista en Madrid, dónde ha quedado a 400.000 votos del PP -y que ha implicado que los populares se hayan situado 160.000 votos por delante del PSOE a escala global-, los socialistas vascos han obtenido en Euskadi los mejores resultados de su historia, en clave de poder, al situarse como segunda fuerza, a menos de siete puntos del PNV y nueve por encima del PP.

Se han colocado como primer partido en el Ayuntamiento de Vitoria y las Juntas Generales de Guipúzcoa; empatado a escaños con el ganador en las Juntas Generales de Álava; ha recuperado municipios vizcaínos clave como Sestao y Basauri, además de reforzar los anteriores -Portugalete, Baracaldo, etcétera- y han reforzado su gobierno en los principales municipios guipuzcoanos, como San Sebastián, Irún, Eibar, Rentería, Lasarte, etcétera.

Desde el Gobierno y el PSE se interpreta que los socialistas han sido premiados por el electorado vasco por "el intento de Zapatero de final dialogado del terrorismo, pese a resultar fallido, y por la disposición del Ejecutivo a retomarlo si ETA abandona definitivamente el terrorismo".

Ante la duda de si esta política, que ha sido positiva en términos electorales para el País Vasco, ha sido negativa en Madrid, dónde el PSOE se ha desplomado, la respuesta de La Moncloa es que no existe una vinculación fundamental entre la derrota socialista en Madrid y la política antiterrorista del Gobierno.

Como indicio, las fuentes consultadas señalan que el candidato del PP a la alcaldía de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, sólo ha ganado 1.000 votos respecto a hace cuatro años. "Si la política catastrofista del PP contra el Gobierno hubiera tenido un calado muy hondo, esa cifra se hubiera multiplicado", añaden las fuentes.

"Símbolo de España"

"Es verdad que el PP ha querido hacer de Madrid el símbolo de toda España. Ha sido el escenario elegido por el PP para organizar las principales movilizaciones contra la política antiterrorista del Gobierno; como partido de oposición, ha concentrado en el Gobierno de la Comunidad de Madrid su fuerza política y mediática, que es muy potente, con mensajes continuos y descalificadores de la política antiterrorista y territorial de Zapatero. Y eso afecta. Pero Madrid es una comunidad autónoma y lo sucedido en ella el domingo no ha pasado en ninguna otra. Más bien al contrario, en la mayoría de las comunidades hemos subido y ganado nuevos ayuntamientos y más poder autonómico", señalan fuentes de La Moncloa.

"En todo caso, la clave de la derrota de Madrid no ha estado en la política antiterrorista del Gobierno, sino en la abstención de la izquierda, porque no hemos sido capaces, desde hace ya mucho tiempo, de presentar una política alternativa adecuada", añaden las fuentes.

En ese análisis, el Gobierno tratará de mejorar su discurso político sobre temas preferentes de Estado, como el terrorismo, pero sin afectar a sus elementos clave, añade. "Pero Zapatero centra ahora su análisis y su preocupación en el aumento de la abstención de la izquierda, especialmente en Madrid", señalan fuentes de su entorno. No concede tanta importancia al aumento de la abstención en los dos principales graneros electorales del PSOE, Andalucía y Cataluña, el segundo de los problemas detectados.

"Han atravesado recientemente por procesos electorales [el referéndum por el estatuto de autonomía en ambas comunidades en seis meses, además de las elecciones autonómicas catalanas de octubre] que explican el cansancio, y todo apunta a que el electorado se movilizará dentro de nueve meses cuando la disputa sea entre Zapatero y Rajoy. El problema de Madrid es de más calado y requiere mayor reflexión y un tratamiento de fondo", señalan.

Zapatero, en el viaje que ayer hizo a Alcázar de San Juan (Ciudad Real) para visitar las zonas afectadas por las lluvias de la pasada semana, ironizó sobre el intento del líder del PP, Mariano Rajoy, de presentar estas elecciones como unas primarias de las generales: "Una de las grandes virtudes de la democracia es que un día después de las elecciones yo puedo estar satisfecho y el PP, también", dijo.