El PNV retrocede y admite el "regusto amargo" por los resultados
Los peneuvistas acusan los escándalos en Guipúzcoa y ceden Álava a los socialistas
El PNV de Josu Jon Imaz admitió ayer el "regusto amargo" por algunos resultados de ayer, aunque reivindicó que esta formación sigue siendo "la centralidad política de Euskadi". Los peneuvistas retroceden en Álava y en Guipúzcoa, en favor de los socialistas y de ANV, y acusan los escándalos en el territorio guipuzcoano. Vizcaya y Bilbao siguen siendo sus niñas bonitas, pero pierden en municipios históricos como Gernika, Basauri, Mondragón o Hernani.
El PNV se jugaba en las elecciones de ayer, las primeras en las que concurría sin su socio Eusko Alkartasuna (EA) desde 1999, confirmar en las urnas que sigue liderando la comunidad autónoma vasca. Y pese a que en su primera valoración de la noche, pasadas las 22.00, el portavoz de la Ejecutiva del PNV, Íñigo Urkullu, aseguró que el PNV sigue representando "la centralidad política de Euskadi", tuvo también que reconocer un "regusto más o menos amargo" por el resultado en determinados ayuntamientos -Basauri, Gernika, entre otros- o por los resultados totales en Álava. Josu Jon Imaz, al filo de la media noche, recordó con todo que el PNV sigue siendo el partido más votado y que en los tres parlamentos provinciales sumaron un juntero más [53] que los 52 logrados hace cuatro años.
Municipios como Hernani, Oiartzun, Usurbil, Mondragón, Bergara, cayeron ayer en manos de ANV y sólo acuerdos electorales con los socialistas podrían devolver algunas de ellas a los peneuvistas.
Las satisfacciones se reducen casi a Bilbao, con el candidato a la reelección Iñaki Azkuna, y, en mayor medida, con José Luis Bilbao en el territorio de Vizcaya, donde pese a no ir en coalición obtuvo un juntero más (de 22 pasa a 23). Pese a haber ganado los comicios de ayer, el PNV acusó no haber concurrido en coalición con EA, pero en Guipúzcoa fueron sobre todo los escándalos y la fuerza de socialistas y de ANV los que explican el nuevo panorama. Con todo, el tripartito sumaría mayoría absoluta en la Diputación guipuzcoana.
Las últimas elecciones municipales en las que los peneuvistas concurrieron por separado fueron en 1995: entonces el PNV logró en Euskadi 310.616 votos y EA, 118.105 sufragios, con una abstención del 35,85%, frente a la registrada en la jornada de ayer en el País Vasco: un 39,64. Ayer, con el 100% de los votos escrutados, los peneuvistas habían logrado 308.213 votos y 1.024 concejales. En las generales de 2004, el PNV obtuvo 420.908, con una abstención del 25%.
Por territorios, había un especial interés por ver de qué manera podían haber hecho mella en el electorado los dos escándalos que han sacudido al PNV: el caso del candidato que tuvo que ser descabalgado en plena precampaña por sus irregularidades en la declaración de su patrimonio ante Hacienda, Jon Jauregi, y el escándalo de corrupción la oficina de la Hacienda foral en Irún, que ya se ha cobrado tres víctimas políticas, entre ellas el ya ex senador Víctor Bravo, hermano del presunto cerebro de la trama, José María Bravo. Imaz se conjuró a tirar de la manta y actuar "caiga quien caiga". El PNV, en ese territorio, pasa a ser la segunda fuerza -aunque con los mismos junteros que los socialistas-, pero con varios miles de votos menos (unos 5.000, con el 98,72% escrutado).
En Álava, el PNV pasó de ser la plancha más votada en 2003, a la tercera posición. Pero de nuevo los pactos serán la clave de la gobernabilidad en ese territorio. PP (con un juntero más) y PSE-EE se disputaban la Diputación por una docena de votos.
En la Margen Izquierda, no concurrir en coalición ha sido fatal para los nacionalistas. La coalición logró hace cuatro años que los socialistas vascos mordieran el polvo y perdieran las alcaldías de Sestao, Ortuella y Abanto. Pero, además, había sido la lista más votada en Santurtzi, Portugalete y se quedó a 1.974 votos en Barakaldo. Ayer, el PNV perdió Basauri y Sestao, aunque ganó en Santurtzi. Además, obtuvo un resultado ajustadísimo en Getxo, donde el PP fue la sorpresa, y perdió a favor de EA en Gernika. Pero le arrebató Bermeo a EA. Vizcaya sigue siendo el granero de votos del PNV.
La política de pactos -que serán "por necesidad", segun reconoció en campaña Josu Jon Imaz, va a ser endiablada. El líder peneuvista soñaba en precampaña con poder ser la centralidad vasca y actuar como en 1998, año en el que pactaron la investidura con el PP de Aznar, gobernaban con PSE y EA en el Ejecutivo vasco, con la desaparecida UA en el Ayuntamiento de Vitoria, y con los socialistas vascos y EB en el consistorio bilbaíno. Ayer noche, con un semblante serio, Urkullu advertía: "Cualquier fórmula de gobernabilidad en el futuro va a girar en torno al PNV". E Imaz añadió que, a falta de análisis sereno de estos "resultados desiguales", es seguro que habrá "una estrategia global de pactos", que puede incluir "seguro, situaciones particulares en el ámbito municipal".
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