La nueva Metrovacesa centrará su actividad en las oficinas
La inmobiliaria comprará activos en Francia, Alemania y Reino Unido
La nueva Metrovacesa de la familia Sanahuja, tras la ruptura con Joaquín Rivero, centrará su crecimiento en el patrimonio de oficinas y centros comerciales y abandonará progresivamente la rama de residencias para la tercera edad y aparcamientos. Así lo esboza el plan estratégico que los Sanahuja preparan para la inmobiliaria, una vez quede bajo su control. En los próximos meses buscará compras en Francia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos.
A finales de junio comenzará el proceso que divide en dos partes el hasta ahora mayor imperio inmobiliario en España tras un año de batalla entre accionistas: los Sanahuja se quedarán con los activos españoles de Metrovacesa (con un valor cercano a los 8.000 millones, a diciembre de 2006) y un paquete de oficinas en Francia por unos 1.800 millones, mientras que la alianza formada por el presidente, Joaquín Rivero, y el empresario valenciano Bautista Soler controlarán el 68,5% de la francesa Gecina, con un valor de 9.701 millones, y otro paquete de activos en España de 437 millones.
Los Sanahuja ya han decidido cómo volver a engordar a una Metrovacesa que quedará reducida prácticamente a la mitad: recuperarán terreno en el extranjero comprando oficinas y centros comerciales en Europa, según explican fuentes de Cresa, que es la sociedad a través de la cual los Sanahuja participan en Metrovacesa. Su objetivo es que dos terceras partes de los ingresos provengan de las rentas de estos activos y otro tercio de la promoción residencial.
"La compra de la sede del banco HSBC en Londres es un buen ejemplo del tipo de operaciones que queremos cerrar en el futuro", explica el director general de Cresa, Jesús García de Ponga. Este inmueble, que costó la friolera de 1.600 millones de euros, quedará en manos de Metrovacesa, es decir, de los Sanahuja.
Carrera internacional
Y es que la carrera internacional tendrá ahora que rehacerse para los Sanahuja, mientras que para Rivero y Soler será el negocio español el que tendrán que volver a expandir, dada la parte del pastel que han decidido quedarse cada uno. La división del negocio de Metrovacesa, un complejo proceso que incluye varias ofertas públicas de adquisición (OPA), comenzará tras la junta general de accionistas del próximo 28 de junio.
Oficinas y centros comerciales suponen el 79% del patrimonio en alquiler de Metrovacesa en España, a 31 de diciembre. Además, tienen en marcha 15 proyectos de oficinas, la mayoría en Madrid y Barcelona, con una superficie alquilable de 376.000 metros cuadrados y cinco centros comerciales. Los negocios que no interesan a Cresa son los aparcamientos -Metrovacesa posee una decena en Madrid, Valencia y Tenerife- y residencias para la tercera edad. Metrovacesa continuará cotizando en Bolsa una vez culminado el proceso.
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