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Elecciones 27M

Hereu se consolida como alcalde, pese a la subida de CiU y un leve retroceso de la izquierda

El PP mantiene su tercer lugar, mientras que Ciutadans queda fuera del Ayuntamiento barcelonés

Enric Company

aLos socialistas ganaron ayer por octava vez consecutiva las elecciones al Ayuntamiento de Barcelona y el conjunto de la izquierda retuvo la mayoría que posee desde 1979. Los electores desoyeron la apelación al cambio realizada por el candidato de CiU, Xavier Trias, y confirmaron en la alcaldía al socialista Jordi Hereu, que accedió al cargo hace ocho meses en sustitución de Joan Clos. El reparto de concejales es continuista, con una corrección al alza para CiU, que gana dos concejales, y a la baja para el PSC, ERC e ICV, que pierden uno cada una. El PP se mantiene y Ciutadans queda fuera del consistorio.

El esfuerzo del centro derecha nacionalista, que con Xavier Trias ha mostrado en Barcelona su rostro más progresista, le ha permitido recuperar parte del terreno perdido en las alteriores elecciones y poner fin a una trayectoria descendente en la ciudad que se arrastraba desde nada menos que 1991. Pero esta mejora no ha sido suficiente como para darle la vuelta a la mayoría de izquierdas ni para situarse por lo menos como la fuerza más votada, que era su principal objetivo. Ha logrado 12 concejales, acercándose a los 14 del PSC, que se mantiene como primera fuerza pese a perder uno de los 15 concejales que tenía.

Detrás de CiU, los siete concejales que ha obtenido la candidatura del PP encabezada por Alberto Fernández Díaz le permiten mantenerse holgadamente como tercera fuerza del consistorio, una plaza a la que aspiraban tanto el candidato de Esquerra Republicana, Jordi Portabella, como la de Iniciativa Verds-Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA), Imma Mayol.

La mayoría de izquierdas se mantiene pese a que, como el PSC, también ERC e ICV han sufrido un retroceso, mayor que el socialista, y han pasado de cinco concejales cada uno a cuatro. Los tres partidos suman 22 de los 41 concejales que forman el Ayuntamiento de la capital.

Con estos resultados, los socialistas siguen necesitando el concurso de las otras dos fuerzas de la izquierda para repetir la mayoría gobernante hasta ahora en la ciudad.

La izquierda ha superado el desafío pese a que la erosión de los tres partidos que gobiernan la ciudad ha sido considerable, y no sólo en forma de un récord en la abstención, que se ha situado en el 50,31%. Las de ayer fueron las elecciones municipales con menos participación en la ciudad de Barcelona. Votaron algo menos de la mitad de los ciudadanos convocados a las urnas, el 49,58%.

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El PSC ha pasado del 33,6% al 30%, una pérdida de tres puntos porcentuales casi equivalente al crecimiento de CiU, que ha pasado del 21,4% al 25,3% en el conjunto de la ciudad. Con el 15,6% de los votos, el PP se mantiene prácticamnente estable, sólo medio punto por debajo del 16,1% de las anteriores elecciones.

El retroceso de ERC, que ha pasado del 12,8% en la capital catalana al 8,8% la convierte en la quinta fuerza, en beneficio de ICV, que ha logrado el 9,35% de los votos. Este cambio en la clasificación, sin embargo, no oculta que ambas fuerzas han perdido cuatro puntos en la ciudad.

La candidatura de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, la fuerza política que en las elecciones autonómicas de noviembre de 2006 logró entrar en el Parlamento catalán, no ha superado en esta ocasión la barrera del 5% que la ley exige para entrar en el reparto de concejales. Ha logrado el 3,8%, un porcentaje superior en siete décimas al que este partido logró en las autonómicas. Es decir, sigue en la misma cota.

Los socialistas se mantienen como primera fuerza, en Ciutat Vella, con el 33,4%; Horta-Guinardó, con el 34%; Nou Barris, con el 43%; Sant Andreu, con el 37%; Sant Martí, con el 35%, y Sants-Montjuïc, con el 33%.

CiU ha logrado quedar como primera fuerza en 4 de los 10 distritos de Barcelona. Lo era ya en tres, los de Sarrià-Sant Gervasi, donde obtuvo ayer el 41% de los sufragios; Les Corts, con el 30%, y Eixample, con el 32%, y a estos se suma ahora el de Gràcia, donde logra el 30,3% y supera al PSC. El PP queda como segunda fuerza en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi y de Nou Barris, y como tercera fuerza en todos los demás excepto el de Gràcia, en el que queda cuarta por detrás de ICV.

El mapa electoral de la ciudad muestra una notable polarización. Los extremos están en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, donde CiU, con el 41% de los votos, y el PP, con el 24% suman el 65%. En el otro extremo, en el distrito de Nou Barris, la suma de los votos recibidos por el PSC, el 43%, que es su mejor resultado en la ciudad, sumados a los de ICV y ERC, llegan al 57%.

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