Zoido gana, pero gobernará Monteseirín

El PP logró ayer el mejor resultado de su historia en Sevilla. Con el 41,85% de los votos y 15 concejales (100% de escrutinio), el popular Juan Ignacio Zoido, que se estrenaba en la pugna electoral, le arrebató la mayoría al PSOE, que ganó un edil pero perdió 6.424 votos y no logró mantenerse como la fuerza más votada. No obstante, la matemática electoral apunta a que el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín conservará la alcaldía gracias a IU, que ha mantenido a sus tres concejales. La mayoría absoluta en Sevilla se sitúa en 17 ediles, por lo que PSOE e IU están en disposición de reeditar el pacto con el que han gobernado durante los últimos cuatro años. La noche deparó otra sorpresa: el PA se queda fuera del Ayuntamiento de Sevilla, donde gobernó entre 1991 y 2003.

Los populares se benefician de la debacle del PA y ganan tres ediles

El recuento de votos en Sevilla mantuvo el suspense hasta la recta final del escrutinio. Los socialistas estuvieron por delante hasta que el recuento alcanzó el 92%, cuando el PP apareció por primera vez como fuerza más votada. Primero con apenas 180 papeletas de diferencia y ya con el 100% del voto escrutado, con 4.242 votos más que los socialistas. El resultado hizo buenas a la mayoría de las encuestas que se han publicado las últimas semanas: empate técnico entre PSOE y PP (15 ediles) y la victoria se decide por un puñado de votos.

En estas elecciones, como ya ocurrió en las de 2003, Monteseirín se enfrentaba a tres candidatos debutantes: Juan Ignacio Zoido (PP), Agustín Villar (PA) y Antonio Rodrigo Torrijos (IU). El candidato fue una apuesta personal de Javier Arenas. Suya fue la decisión de defenestrar al cabeza de lista de 2003 y portavoz popular en el actual mandato, Jaime Raynaud. Arenas intentó luego convencer a Soledad Becerril para que liderara la candidatura, pero la negativa de la ex alcaldesa y actual senadora le obligó a apostar por Zoido, un juez con algo de experiencia en puestos de gestión política pero nula en las pugnas electorales.

Todo apunta a que la ajustada victoria del PP no va a acarrear un cambio de cara en la alcaldía. Los resultados auguran que Monteseirín y Torrijos volverán a ser socios de gobierno. Durante la campaña, PSOE e IU no han escondido su disposición a reeditar el pacto con el que han gobernado en los últimos cuatro años y los dos candidatos lo repitieron ayer tras conocer los resultados electorales. Ambos socios se han entendido bien, han resuelto sus diferencias en privado y han conseguido proyectar la imagen de gobierno cohesionado, en contraste con los mandatos bicéfalos que protagonizaron PP y PA entre 1995 y 1999 y PSOE y PA entre 1999 y 2003.

Monteseirín aspiraba ha movilizado a sus simpatizantes los últimos 15 días para conseguir un gobierno socialista "más potente" que el que ahora termina. Pero si, como apuntaban la mayoría de las encuestas y como finalmente ha ocurrido, no obtenía mayoría suficiente para gobernar, el candidato se ha mostrado siempre abierto a repetir su pacto con IU. La coalición de izquierdas ha mantenido sus tres concejales, que sumados a los 15 del PSOE superan en uno a los que necesitan para gobernar con mayoría absoluta (17 ediles) y a los que tenían en el mandato que ahora acaba.

El resultado de Sevilla deja otro dato de máxima relevancia: la muerte política de los andalucistas en la capital. La desaparición del PA en Sevilla es algo más que simbólica. Esta ciudad ha sido siempre la plaza fuerte del PA, que gobernó en la capital entre 1991 y 2003. El revés que sufrió en las elecciones pasadas fue ya el inicio de la crisis que desembocó en el cambio de dirección del partido en toda Andalucía a finales de 2004, al pasar de Antonio Ortega a Julián Álvarez.

Ahora puede suceder algo similar: el golpe es demasiado fuerte. En las filas del PA nunca se ha barajado un resultado tan nefasto, pese a la crisis que sufrió el grupo municipal a mitad de mandato con la salida de los primeros espadas, Paola Vivancos y Rafael Carmona. El beneficiario directo de la debacle del PA ha sido el PP, que se ha llevado tres de los cuatro concejales que los andalucistas dejan vacantes. El PSOE se ha llevado el cuarto.

La cita de ayer registró la segunda participación más baja de la historia de las elecciones municipales en Sevilla. Sólo el 54,86% de los sevillanos fueron ayer a votar, casi cuatro puntos menos (58,55) que en 2003 y sólo una décima y media más (54,7%) que en las municipales de 1991, que hasta ayer eran la referencia de baja participación en Sevilla.