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Entrevista:TERESA SAPEY | Arquitecta

"Los proyectos son como los amantes"

Con 44 años y dos hijos, acaba de ganar el concurso para la reforma del Palacio de Congresos de Madrid, y ha recibido el premio a la diseñadora del año de la revista 'Wallpaper'. Nacida en Italia, es un torbellino, amante de hacer deporte, pintar y cocinar risotto y tiramisù. Cuando se va de España tiene mono del vino y el jamón.

Pregunta. Entre sus últimas obras, los aparcamientos del Hotel Puerta América y Chueca, en Madrid. ¿Le van los subterráneos?

Respuesta. Me encantan, porque son arquitecturas para la gente normal, la que trabaja y vive la ciudad. No para turistas.

P. ¿Es más de interiores que de exteriores?

R. He tenido que empezar por los interiores para que me escucharan. Ahora estoy terminando una casa estupenda en Sancti Petri y otros edificios. Creo que en arquitectura hay que empezar haciendo incluso la caseta del perro.

P. En su estudio tiene arquitectos, interioristas, abogado y hasta un filósofo. ¿Le da por meditar sobre la profundidad del trazo?

R. Sí, porque la arquitectura es vida. Y el espacio es la suma de muchas culturas. No es sólo un ladrillo bonito.

P. Tiene dos pasiones: la arquitectura y el paladar. ¿Prefiere invitarme a cenar o hacerme una casita?

R. Le puedo hacer un comedor donde cene mejor. O le hago una proyección de la comida, para que no engorde. Me encanta el viodeoarte.

P. Arquitectura y cocina. ¿También en su profesión hay mucho cuento?

R. Pues sí. Somos escenógrafos antes que arquitectos. Es muy importante la visión, y también el tacto.

P. Se dice "atenta a las emociones y al espacio". ¿Cuánto emociona un pisito de 30 metros, de los de la ministra?

R. Muchísimo. La emoción es justamente el desafío de los 30 metros.

P. ¿Cómo participó en el hotel Puerta América, junto a Foster, Nouvel o Hadid?

R. Me autoinvité. Me dijeron que no había más espacio y que, si lo encontraba, el proyecto era mío. Fue cuando pensé en el aparcamiento.

P. ¿En todo es tan lanzada?

R. Sí. Yo soy una superviviente. He tenido que abrirme paso en la jungla urbana.

P. Se considera mezcla de "ironía, ingenuidad y un cierto descaro". ¿De qué tiene más?

R. Yo creo que de creatividad.

P. ¿Italia y diseño siguen casando bien o se han divorciado?

R. Casan en la producción. Pero en creatividad, España está muy, muy por delante.

P. No la van a dejar volver a su pueblo.

R. ¡Por favor! Italia es un museo de polvo del milenio pasado. Y España es un genio mundial en diseño hoy en día. No hay ejemplos como Bilbao, Valencia, Barcelona. Todo el mundo mira hacia aquí.

P. Sus materiales favoritos, "luz y vacío". ¿Dónde se sienta?

R. El vacío puede ser un volumen para sentarte.

P. Ahora se me está poniendo como los cocineros que deconstruyen.

R. Digo vacío porque para mí los muebles son volúmenes puros. Me gustan o antiguos o bien modernos hechos a medida. Yo soy de poco, pero bueno.

P. ¿Quién decide que algo es de diseño o no?

R. Cuando uno está enfermo, va al médico; cuando uno quiere hacer un espacio, debe acudir a un arquitecto. Es cierto que hay varios tipos de diseño. Como la moda: usted se puede vestir más de Prada, más de Chanel o más de Hermès.

P. Se pone usted estupenda y asequible con la gama de precios.

R. También está Ikea, ¿eh? Te puede cambiar la casa como el armario si vistes de Zara. A mí Zara me encanta. Soy una fanática de Zara Home.

P. Dice que renueva a diario la decoración de su casa. Qué trasiego.

R. La renuevo todos los días... que estoy en casa [ríe]. Pero sí: cuando veo que empiezo a intoxicar el espacio, voy quitando cosas, o moviéndolas.

P. ¿Y eso de que camina por casa desnuda y con tacones? ¿Tiene persianas?

R. Pregúnteles a mis vecinos [carcajada].

P. La veo muy juguetona.

R. Me encanta reírme. Me gusta la ironía, y pasarlo pipa.

P. ¿Qué miedos tiene?

R. Quedarme sin creatividad, quedarme ciega o perder a mis hijos.

P. ¿Cuál de sus encargos le ha gustado más?

R. Los proyectos son como los amantes: siempre te gusta más el último.

P. ¿Cuál es su último amante?

R. El que no tengo todavía [ríe]. Y, en lo profesional, el cambio de imagen de una cadena de tiendas y restaurantes, un concepto español muy moderno de vivir, y que utiliza todo el mundo.

La arquitecta Teresa Sapey, fotografiada el jueves en su casa de El Viso, en Madrid.
La arquitecta Teresa Sapey, fotografiada el jueves en su casa de El Viso, en Madrid.GORKA LEJARCEGI

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