Hoy hace cuatro años del 'Yak-42'
El paso del tiempo no borra la tragedia. Fueron muchos, 62, 62 militares españoles que perdieron la vida de una manera absurda e injusta. No voy a contar todo lo que hemos pasado hasta hoy, sólo me pregunto qué nos diferencia de otras víctimas. Nunca tuvimos forenses españoles, ni psicólogos y, lo que es peor, una investigación que nos haga creer en la justicia. Cuatro años después apenas hay diligencias abiertas en la Audiencia Nacional. Cuatro años después ninguno de nosotros ha sido llamado a declarar, ni tampoco los forenses turcos que intervinieron en la identificación de nuestros muertos; tampoco se ha atrevido la Audiencia Nacional a escuchar lo que pueda decir algún responsable del Ministerio de Defensa que entonces regía Federico Trillo. Un absurdo, si tenemos en cuenta que se demostró que los militares viajaban sin seguro; horrible, porque conseguimos unas exhumaciones que dejaron en evidencia la labor de identificación hecha por el equipo médico del ejército español enviado a Turquía; increíble, porque tras un largo juicio en Zaragoza, se concluyó en la catastrófica gestión de hasta seis subcontratas que precedieron al alquiler del Yak-42; estremecedor, el descubrir los informes negativos de nuestros militares sobre ese tipo de aviones. Supongo que cuatro años no es nada, cuando ellos perdieron toda su vida y a nosotros nos queda la nuestra para seguir luchando porque se sepa la verdad y para que la democracia haga justicia, incapacitando para cualquier puesto militar y político a todos los que tuvieron que ver antes, durante y después con el accidente aéreo más grave de la historia de nuestro ejército.
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