_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La guerra de Ferlosio

José Luis Pardo

La polemología es una de las más antiguas preocupaciones de Rafael Sánchez Ferlosio. Le ha dedicado ensayos amplios y de gran ambición teórica, y también escritos más breves pero no menos nutritivos centrados en el análisis monográfico de algún hecho o dicho de guerra particularmente expresivo; finalmente, la actualidad -que él tiene desde hace muchos años la costumbre de interrumpir esporádica y lúcidamente en las páginas de los diarios, desairando el triunfante curso oficial de los acontecimientos- no ha dejado de proporcionarle ocasiones de intervenir a propósito de los concretos incidentes de armas y de sangre que son, según opiniones sobradamente autorizadas, la pluma y la tinta con las cuales se escribe la historia. Como estos textos se encuentran dispersos a lo largo de su obra, y un buen montón de ellos solamente en las hemerotecas, hay que celebrar su reunión en este volumen, pues si bien están lejos de "formar un todo" (fórmula horrísona que describe a la perfección el efecto de la guerra), ofrecen una visión ajustada y cabal de lo que para su autor es la verdad de la guerra. Si esta verdad es al menos tan incómoda como el calentamiento global y, por tanto, si estos ensayos comportan una especial aspereza, no es por su dificultad intelectual -pues a este respecto son diáfanos- sino porque contradicen los más arraigados hábitos de la voluntad acerca de la constelación de fenómenos asociados a la guerra y exigen un cuidadoso y a menudo penoso "desmontaje" de los mismos para poner al descubierto el objeto que se trata de investigar. Porque lo asombroso de la guerra es que parece suscitar una unánime condena moral: no solamente la execran los manifestantes pacifistas, sino que los mismos gobernantes contra quienes se esgrimen tales demostraciones aseguran, siempre con una mueca de gravedad heroica en el gesto, que ellos también deploran la guerra y que sólo recurren a ella en aras de su amor a la paz, e incluso los terroristas más despiadados se autodefinen como "luchadores por la paz"; y cuando se quiere dar al asunto una presuntamente superior profundidad filosófica, se habla de una enigmática necesidad de "pensar la guerra" que suele limitarse a la vacua repetición de los tópicos del destino metafísico de los pueblos, tan intrínsecamente ligados a las justificaciones teológicas de la violencia.

SOBRE LA GUERRA

Rafael Sánchez Ferlosio

Destino. Barcelona, 2007

411 páginas. 21 euros

De modo que la principal falacia que es preciso minar es la convicción generalizada de que la guerra es un medio útil cuya posible inmoralidad puede ser lavada en el agua bendita de la necesidad histórica cuando se pone al servicio de causas nobles, es decir, la idea de que puede justificarse desde la racionalidad instrumental (como un medio imprescindible para un fin indiscutiblemente bueno). Pocas veces los discursos pacifistas van más allá de la discusión particular de esa justificación, sin menoscabar su validez universal. Lo que hace que este prejuicio sea tan difícil de remover no es, desde luego, la evidencia histórica -pues ella muestra más bien que el "medio" en cuestión se encarga de igualar en la carnicería del campo de batalla todas las causas y todas las "noblezas", sino el horror que suscita la mera sugerencia de que la guerra pudiera ser querida por sí misma y en cuanto fin, por "razones" tan antipáticas como "el éxtasis de la victoria, el placer del predominio, la ambición de hegemonía, el furor de la autoafirmación".

El modo en que la guerra

moderna ha borrado las huellas de su origen, eliminando todo residuo de la ceremoniosidad caballeresca, coincide con la absolutización de la lógica bélica que, al no reconocer espacio alguno exterior o superior a ella, eleva la contienda a la categoría de guerra santa (o sea, incondicionalmente santificada por la dignidad de su propósito), guerra en la cual se defiende la causa de la Humanidad contra un enemigo por definición inhumano; y ello no solamente propicia la indiferencia entre guerras justas e injustas (pues las primeras no se decían tales sino porque los combatientes se obligaban mutuamente a respetar ciertos límites y, por lo tanto, reconocían formalmente la existencia de un territorio no contaminado por la guerra), sino también discriminar de forma válida entre el orden civil y el militar o entre armas más o menos infames, lo cual a duras penas consigue ocultar la "perversión instrumental" (la naturaleza de fines autosuficientes y de genuinos motivos que cobran los supuestos "medios" de persuasión, es decir, las armas) que es la marca de nacimiento de tantas batallas. En un tiempo en el cual la identidad -fruto distintivo de la guerra y del antagonismo- se ha convertido en el problema político fundamental, estos escritos, que esclarecen su genealogía e iluminan su dinámica, no pueden dejar de ser tan imprescindibles como perturbadores. Y muy pocos de los que escriben son aún capaces, como Ferlosio, de inquietar a su época.

Rafael Sánchez Ferlosio (Roma, 1927) visto por Loredano.
Rafael Sánchez Ferlosio (Roma, 1927) visto por Loredano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_